#1 Abismo Inmortal |Trilogía L'amore in tempo di guerra|

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Bonten

parte 1

Sua 

Me encontraba en el comedor de la central de Praga cuando me informaron que el señor Mory me solicitaba en su oficina así que me dirigía para allá. 

– ¿Me mandó a traer, señor? - hablé en la puerta de la oficina de Mory 

– Claro, adelante y toma asiento - habló con la vista en unos documentos, a lo que hice lo que me pidió. – Necesito que vayas hacer una entrega a Roppongi, es muy importante que la mercancía llegue bien y además deben firmar estos documentos - dijo levantando la vista y entregándome una carpeta negra 

– De acuerdo, me imagino que los paquetes están abajo 

– Por supuesto - habló y luego me entregó un sobre blanco.  – Ahí se encuentra la dirección del lugar y hora, con los códigos correspondientes 

– Si es todo señor, me retiro - dije levantándome de mi asiento. – Tenga buena tarde 

– Un momento, antes de que te vayas - dijo a lo que esperé para escuchar. – Cuando termines de hacer la entrega dirígete a la última dirección del folder rojo que se entregó anteriormente y espera indicaciones 

– De acuerdo señor, con permiso - dije y salí de la oficina.

Me dirigí a mi habitación que está en la central para cambiarme de ropa, me coloque el traje completo negro con cinturon y guantes, arregle mi cabello en una coleta alta. Cuando estuviera lista baje a recepción para recoger la mercancía. 

Dejé el paquete en el asiento trasero del auto, eran dos, uno mediano y otro más grande, mientras encendía el auto revisé el contenido del sobre para colocar la dirección en el gps. Puse mi playlist y la primera canción en reproducir fue Blow de Jackson Wang  me siento excelente con esa canción. 

Llegué al lugar acordado era una bodega bastante alejada de la ciudad, estaba todo vacío, me fijé la hora y eran las 7:45, faltaban 15 minutos para la hora acordada. 

Bien a quedarnos en el auto porque si me descuido me meteré en muchos problemas, envié un mensaje a Henry notificando mi llegada al lugar de entrega.  

Al paso del tiempo decidí bajar del carro para ver si había alguna persona cerca pero al parecer no, me recargue en la puerta de mi auto y encendí un cigarro, Nathan tiene razón ya que si te relaja bastante.

Se empezaron a escuchar pasos, puede que sean las personas con las que debía encontrarme, bien mantendré la guardia alta. 

– Mira que tenemos aquí, una chica solitaria - habló una voz grave. – ¿Qué deberíamos hacer con ella? 

– Podríamos divertirnos, parece tan indefensa, ¿porque no nos invitas a subir? - habló el segundo acercándose a mi. 

Estiró una mano con la intención de tocar mi rostro, aún no terminaba el cigarro así que cuando estuvo más cerca le queme la mano con el cigarrillo para después darle una patada en la boca del estómago. 

El primer chico me gritó y corrió hacia mí, lo tomé del brazo para hacerle una llave y estrelló su cara contra la puerta del auto, al soltarlo cayó. 

Cuando se acercó el otro chico comenzamos los golpes, eran más en la cara, se paró el primer tipo y me agarró del cuello, eché la cabeza para atrás y dándole en la nariz, tomé impulso con las piernas y caímos de espaldas.

Me reincorporé nuevamente y el segundo solo se mantenía de pie al ver que una luces se acercaban, se trataba de una camioneta negra, ayudó a su compañero a pararse y se quedaron junto a la puerta de la gran bodega. Cuando la camioneta se detuvo salieron de ella dos siluetas, eran altas y con cuerpos bien trabajados. 

– ¿Acaso no sabes a quién pertenece este territorio? - habló la primer silueta, era una voz gruesa 

– Si, si se a quien le pertenece, solo vengo hacer mi trabajo 

– Veo que tuviste la audacia de golpear a dos de mis subordinados - habló el chico que salió del copiloto, cuando se acercó más lo pude reconocer mejor, se trataba de Ran Haitani, entonces el otro debía ser su hermano mejor Rindo 

– Para serte franca, deberías entrenarlos mejor - dije viéndolo a los ojos 

– Aún deben aprender varias cosas - habló Rindo 

– De acuerdo, solo haré la pregunta, ¿quién de ustedes se hace llamar “Halcón”? - pregunté cuando la camioneta entro a la bodega 

– Ahora todo cuadra, de en verdad mandaron a un “Polluelo” a un sitio como este - habló Ran, acaso se está riendo de mi

– Perfecto, entonces la entrega es para ti. - hablé estando cara a cara 

– Así es, veamos si está todo completo 

– Una cosa más, es por seguridad, ¿podrías decirme el código? - pregunté antes de acercarme al auto 

– Claro - dijo se acercó a mi oído. – 741A6 - dijo en un susurro 

Me subí al auto y entré a la bodega, una vez ahí abrí la puerta trasera y sacaron los paquetes, ya se encontraba esperando la persona que condujo la camioneta y para mi mala o buena suerte se trataba de Hajime Kokonoi. Saque la carpeta negra y se la entregué a Ran, mientras que los demás abrían las cajas verificando que todo esté en orden. 

– Así que está es la nueva organización criminal “Bonten”, siendo sincera no me sorprende - dije aun lado de Ran 

– ¿No te sorprende? Parece que nos conoces bien, y es algo injusto - dijo dejando los documentos a un lado. – Pero si lo vemos desde otro punto de vista yo también te conozco, a simple vista pareces una niña indefensa; así que simplemente lo preguntare. ¿Acaso sabes en dónde te metiste? O tan siquiera sabes para quién trabajas 

– Así que te parezco indefensa, entonces estoy haciendo bien mi trabajo. 

– Ran - habló Hajime. – ¿Está todo en orden? Nosotros ya acabamos 

– Todo está completo - dijo Rindo a los segundos 

– De acuerdo, en un momento terminó - respondió de vuelta Ran, volvió a leer los documentos para después firmarlos. 

Le entregué los que le correspondía a ellos y guarde los míos. 

– Bien caballeros, eso todo me retiro - dije dirigiéndome a mi auto 

– Espera - gritó Hajime 

– ¿Hay algún problema? - hablé seria 

– Conduce con cuidado 

– Hasta luego - dije y entré a mi auto. 

Saliendo de Roppongi revise el celular para encontrarme con un mensaje de Henry, me había enviado una dirección, era distinta a la de la carpeta roja y solo puso cambio de planes. La cambié en el gps y conduje hasta el nuevo destino. 

[....]

Bonten, la nueva organización criminal de Japón ocupando gran parte del territorio de Shibuya, cuando mencionaron que el señor Matsubara había hecho un nuevo trato no me imaginé que sería con ellos, pensaba en bonten como una organización dirigida por personas mayores de los 30 años.

Bueno cada generación va empezando desde antes, ya que en la actualidad se consideraría que es la manera más fácil de conseguir dinero para las personas con grandes problemas.