I

566 57 109
                                    

El día estaba tranquilo.

Luffy vivía junto a sus dos hermanos adoptivos Ace y Sabo, su abuelo Garp y su madre adoptiva Dadan. Vivían en el campo, en un pueblo humilde compuesto por campesinos. El mismo era conocido como el pueblo Foosha.

Garp solía vivir en la ciudad, pero debido a la guerra que hubo hace unos años en Japón y en la cual participó, fue perseguido por el ejército chino.
Decidió escapar al campo, pasando desapercibido por la gente, pero tuvo que llevarse a su pequeño nieto siendo un bebé.
Garp tenía un hijo llamado Dragon, que también tuvo que ir a la guerra, pero jamás volvió. Antes de irse, dejó a su cuidado al pequeño Luffy.

Luffy! Ten modales en la mesa!

Ay! Perdón! Pero no me pegues!

Dadan lo regaño por no ser tan educado como los demás al comer. Comía como si fuera su último día en la tierra, hablaba con la boca llena y le robaba comida a sus familiares.

Jajaja, por comerte mi comida, mono.

— No le digas así, Ace.

Ace y Sabo eran sus hermanos mayores adoptivos. Ellos habían quedado huérfanos de la guerra, así que Dadan los adoptó en su casa. Los había encontrado casi muriéndose de hambre en medio del bosque.
Ella y Garp se conocían hace tiempo, así que comenzaron a vivir juntos para criar a los tres pequeños.

Era la hora del almuerzo, uno tranquilo y normal en la familia. El día estaba hermoso, se escuchaban las gallinas y los gallos cantar fuera de la casa.
Ellos estaban hundidos en sus cosas.
Así fue hasta que se escucharon algunos gritos provenir de la casa de sus vecinos.

Qué es todo ese ruido?

Rápidamente una vecina apareció por la ventana de la casa, para mirarlos con terror y desesperación. Además estaba muy agitada por correr.

Los soldados se están llevando a los hombres mayores de 18 años! Se los llevarán a la guerra!

Dadan y Garp decidieron esconder a Luffy. Aún tenía 17 años de edad, pero sabían que quería ir.
Quería buscar a su padre, seguir sus pasos y los de su abuelo. Sabía todo lo necesario para ir, solamente aún no tenía la mayoría de edad. Pero aún así era terco y nadie lo haría cambiar de opinión.

Pero yo quiero ir! No me quiero esconder! Quiero buscar a mi papá!

Eres muy joven, Luffy! Además estás muy pequeño. Cualquiera podría dominarte y matarte en un segundo!

Garp en su momento, por si sucedía algo como esto, construyó un pequeño bunker, para esconderse tanto del ejército tanto nacional como de países vecinos.

Pero abuelo... Ace y Sabo tendrán que ir... Yo no quiero separarme de ellos.

Lo siento, Luffy.

Lo encerró ahí, para volver rápidamente con los demás. No pasaron muchos segundos hasta que patearon la puerta, tan fuerte que se abrió rápidamente y se rompió.
Allí ingresaron un par de soltados, con sus trajes militares y sus grandes armas. No estaban ahí para bromas, matarían a cualquiera que se interponga en sus caminos.

Vaya, vaya, vaya... Pero miren a quién tenemos aquí... Garp, han pasado años. Te ves tan viejo y destruido.

Aquel pelirrojo sonrió, cruzandose de brazos.
El nombrado rechisto, mirando con un poco de enojo y odio a aquel hombre de la cicatriz en su ojo.

No te enamores | LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora