IV

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— La próxima semana iremos a nuestra primera inspección. Que nervios tengo.

— Si... Ya quiero cortar cabezas.

— A veces me das miedo, Zoro.

Todos estaban comiendo tranquilamente en el comedor.
Cientos de soldados, de varios rangos y de diferentes antigüedades. Todos estaban mezclados, para los superiores todos valían lo mismo, así que los obligaban a convivir todos con todos.

— Que envidia me dan... Yo no puedo ir aún.

— Tendrás que esperar, no falta mucho para tu cumpleaños.

Ya habían pasado unas semanas, poco a poco ya se estaban acostumbrando al duro entrenamiento.
Usopp era el que más la sufría, pero al menos podía seguir el paso. Aunque sentía que en cualquier momento abandonaría todo.

— Lograrse averiguar algo sobre tu padre?

— No, nadie quiere decirme nada... Tú?

— Se que está a cargo de Shanks y es su mejor francotirador, pero él no quiere verme... Así que dejaré que llegue el momento de encontrarnos.

— Ya veo.

Las puertas del comedor fueron abiertas de par a par, dejando entrar a un soldado rubio que portaba unos lentes peculiares. Además caminaba un poco extraño, pero todos guardaron silencio al verlo.
Todos sabían quién era y no querían meterse con él.
Cierto rubio que iba con el, con un rostro arrogante y de piel morena, se acercó al grupo del Luffy. Golpeó la mesa con fuerza, para llamar la atención de los tres. Luego le robó a Usopp su plato de comida, para comérselo de un bocado.

— Oye! Eso es de Usopp!

E-está bien, pediré otro... Sólo no te metas en problemas.

— Es Bellami, no te conviene meterte con el. Es subordinado de Doflamingo, el favorito de Kaido. Realmente te meterás en problemas.

Le susurró Zoro a su amigo, ya conocía a todos en el campamento. Pero a Luffy no le importaba lo más mínimo aquello, no le gustaba que molestaran a sus amigos.
Bellami soltó una de sus extrañas risas, sacando su lengua. Quería hacer enojar a Luffy y ver qué reacción podría llegar a tener.

La gota que derramó el vaso fue cuando Bellami tocó la nariz de Usopp y se burló de ella. Ahí Luffy se levantó de su lugar, parándose al frente suyo.

— Déjalo en paz.

— Y si no quiero? Qué harás al respecto, enano? Tienes miedo de dar un puñetazo? O acaso no sabes cómo?

— Y tú? Tienes el valor de pelear o eres sólo un cobarde que molesta a los más pacíficos?

La respuesta de Luffy no le gustó un pelo a Bellami, su rostro divertido se tornó molesto. Era una persona fácil de provocar, así que rápidamente se acercó a él, con intensiones de golpear.

— Hey, hey. Tranqui-

— Pelea! Pelea! Pelea!

Zoro intentó separarlos, pero los demás soldados comenzaron a incentivar la pelea. El ambiente estaba un poco aburrido, sería un buen entretenimiento.

Las palabras sobraban, y ambos sabían muy bien eso.
El primero en soltar un golpe fue Luffy. Golpeó directamente su nariz, rompiéndola de un solo puñetazo.

No te enamores | LawluDonde viven las historias. Descúbrelo ahora