BONUS CHAPTER; the ballad of unrequited love

158 12 27
                                    


No quería ser cursi, ni pegajoso, ni nada de eso, pero la simple imagen de ella desencadeno una cascada de viejas melodías de amor en su cabeza, un coro de Etta James y Frank Sinatra dando una serenata a su corazón. Love Is All Around y I Only Have Eyes For You chocaban con sus pensamientos, cada nota y cada melodía sonando en sus oídos como campanas de iglesia. Salut d'Amour sonaba cada vez más legitimo en su corazón, Fauré se estaba convirtiendo en su favorito y Naoki Matsuoka estaba tan enfermo de amor que lo único que podía hacer era pensar en ella.

El día en que se enamoró de Silena fue un día en que su mundo se transformó en una sinfonía de emociones, donde cada latido de su corazón estaba sincronizado con el ritmo de su risa y cada respiración que tomaba estaba en armonía con la melodía de su voz. La música de su amor lleno cada rincón de su ser, brindándole una sensación de alegría y plenitud que nunca antes había conocido.

Muy bien, ya se había hartado de metáforas.

Sinceramente, amar a Silena resulto ser la segunda cosa más agonizante que Naoki había experimentado jamás. El dolor en su pecho empeoraba cada día que pasaba; Ni siquiera sabía su apellido, y Naoki se estaba consumiendo como una flor marchita, con los pétalos arrancados como en un juego infantil de ella me ama, ella no me ama... Y era espantoso, porque hasta ahora, a sus veintitantos años, nunca ha ganado ese juego. Él nunca ganaría.

Si el destino de su hermano era convertirse en un héroe legendario y unirse a los dioses, entonces el destino de Naoki resulto ser una eternidad de amor y dolor no correspondidos. Siempre estaría suspirando por alguien que nunca devolvería su afecto, ya fuera Silena, Hiroki, su propia madre, o un extraño que pasaba por la calle.

Naoki Matsuoka estaba maldito.

En Japón se había sentido solo. Su padre falleció antes que de Naoki pudiera grabar su rostro en la memoria, dejándolo solo con recuerdos fragmentados y una persistente sensación de pérdida. Su madre había tirado todos sus cuadros; Tuvo varios trabajos para mantenerlos o para huir del fantasma de su padre, dejando a Naoki solo durante horas. Y él soñaba con compañía; Alguien que aliviara su soledad, alguien pequeño a quien Naoki pudiera acunar en sus brazos y sostener en su corazón hasta que no pudiera dejarlo como lo hicieron sus padres. Alguien irremplazable, que vería a Naoki con todas sus imperfecciones y los fantasmas de la sonrisa de su padre en él, y aun lo amara incondicionalmente. Alguien que no le dejara un teléfono barato para emergencias. Alguien que se quedaría para él y lo defendería de cualquier monstruo que acechara en la oscuridad.

Naoki no podía imaginarse el rostro de su padre, pero aun recordaba que Hiroki nació pesando 7 libras y 6 onzas. Había nacido llorando colérico, gritando por hacer ruido, y Naoki había disfrutado tanto de cada uno porque significaba que su hogar nunca volvería a estar en silencio. Hiroki había nacido con cabello negro a juego y ojos castaños oscuros. Su madre se quedaba en casa, recuperándose del parto, pero aún estaba con él, e Hypnos lo había seguido, reclamando a su hijo con una voz tan tranquilizadora como una canción de cuna y una oferta de ser familia.

Hisa había aceptado; El teléfono barato estaba en un cajón, y los ojos de su hermano se habían iluminado, como un tesoro al que limpiaban de suciedad para revelar el verdadero brillo. A Naoki no le importada ser la suciedad que era arrastrada, siempre y cuando Hiroki brillara intensamente, siempre que iluminara su camino compartido.

En Estados Unidos lo habían amado. Al igual que el color de sus ojos, Hypnos les brindo oro, riqueza y prosperidad. Naoki nunca antes había experimentado tanta abundancia y le trajo una sensación de seguridad que nunca había conocido. Con Hypnos a su lado, pudieron crear una vida cómoda y estable en un país extranjero, libre de las dificultades que habían enfrentado en el pasado. Su madre tocaba el primer violín en la reconocida Orquesta Sinfónica de Nueva York; Irradiaba elegancia y gracia mientras dominaba el escenario. Naoki estaba inscrito en una academia privada. Hypnos crio a Hiroki con suficiente amor para abrumar al universo, y su derrame inundo a Naoki con una calidez y satisfacción que nunca había imaginado posible.

AS IF THE STARS HAD ALIGNED ✧️ percy jacksonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora