AS IF THE STARS HAD ALIGNED ✧️ percy jackson

𝐱𝐢𝐯. LONE SOJOURNER.

     

(014)      LONE SOJOURNER.

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          En el momento más solitario de su vida, Micah una vez soñó con un cielo nocturno infinito. Una oscuridad insondable que se extendía más allá de su comprensión, adornada con estrellas de todos los tonos, brillando como el brillo de innumerables gemas. Fue una visión que lo llenó de asombro, como si estuviera presenciando alguna magia antigua oculta durante mucho tiempo al mundo. Su corazón latía de felicidad mientras se elevaba por el espacio, volando entre las estrellas, tocando algunas mientras se deslizaba entre otras. En ese sueño, sintió una sensación de libertad que estaba ausente en su vida de vigilia. Se sintió como si fuera capaz de cualquier cosa en ese momento, como si pudiera extender la mano y agarrar las estrellas del cielo.

Esa noche lo habían despertado los gritos de su primo menor.

Descubrió a Ethan arañándose frenéticamente la cara en un estado delirante, sudando profundamente, cubierto de sangre.

Némesis le había quitado el ojo izquierdo.

Lo había desenterrado como un cuervo, salvajemente, dejando a su hijo ciego y lleno de cicatrices.

Días después, cuando su fiebre disminuyó, Ethan rompió a llorar al admitir que era la primera vez que veía a su madre.

En sus pesadillas, veía a Ethan retorcerse de dolor, agarrándose el lugar donde una vez estuvo su ojo. Cuando estaba despierto, la cicatriz que iba desde el hueso de la frente de su primo hasta la punta de su nariz le servía como un recordatorio constante de su propia incompetencia; Saber tanto y no tener control sobre nada era la peor miseria humana de todas.

Micah dejó de soñar con las estrellas hace mucho tiempo.

Un dedo acarició su frente. Sus ojos se abrieron, deslumbrados, mientras se adaptaban lentamente a las luces de su tienda.

—Estás pensando demasiado.—Ethan interrumpió las reflexiones de Micah.—Por cierto, está infectado.

El ataque a Manhattan estaba previsto para la mañana siguiente. Estaban en las ruinas de la guarida de Medusa en los bosques de Nueva Jersey, un almacén en ruinas en una carretera bordeada de negocios en ruinas y carteles rotos que ofrecían refugio para pasar la noche. Entre las estatuas de las víctimas de las gorgonas, todas congeladas en medio de un grito, los monstruos, mercenarios humanos y semidioses, se estaban preparando para la guerra del mañana. Una solitaria lámpara de aceite iluminaba el interior de la tienda, proyectando largas sombras en las paredes.

Se ajustó la camisa lentamente para no provocar heridas en su espalda. Después de confiar en sus alas durante toda su vida, ya no podía sentirlas, sino más que una vacía ausencia de sensación. Ahora estaba agobiado por su peso muerto. Todo parecía demasiado pesado; Sus brazos, su peso, mantener la cabeza en alto.

—Está bien.—Aseguró Micah.—Fue un honor ser azotado por un Gorgade. Son personas verdaderamente hermosas, primo. Podremos ir a visitarlos pronto. El asentamiento principal está en una isla al oeste de África en el Océano Atlántico, a dos días de navegación desde tierra firme o, si prefieres la ruta panorámica, desde el Monte Atlas hasta las Islas de las Hespérides en un viaje de cuarenta días. Desde esas islas hasta el Cuerno de Occidente en un día...