Capítulo 2

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Después de horas de vuelo, las cuales no conté porque me quede dormida minutos después de despegar ya me encontraba en el aeropuerto de Londres, no me habían dado muchos detalles, lo que si sabía era que un guardaespaldas iba a venir por mí y me iba a llevar al hotel a dejar mis cosas, pero, ¿Ya dije que era muy curiosa? Pues lo soy, y como no me iba a quedar con las ganas de saber cuánto tiempo estuve en el aire empecé a hacer mis cuentas, en este momento eran las 2 am (según el reloj de mi celular) y mi vuelo había salido a las 2 de la tarde, así que habían sido con un mínimo de 11 horas sentada en los asientos del avión y si, pueden ser muy cómodos, pero en este momento parecía que mi trasero se había entumecido por estar tanto tiempo sentada. Y todo eso contentado la zona horaria de California, pero aquí en Londres eran ocho horas más, así que en este momento son las 10 am, lo que significaba que no podía dormir hasta que sea de noche y que tengo que ir al hotel a dejar mis cosas y de ahí irme a la oficina de Simon y tampoco es que quiera dormir porque me la pase las 11 horas del vuelo haciéndolo, pero si tenía mucha hambre y no podía comer nada hasta después de ir a ver a Simon y a los chicos, estaba lo que le sigue de nerviosa.

Sabia de ante mano que ellos estaban muy enojados porque piensan que voy a venir a ser el reemplazo de Zayn, también sé que cuando las fans se enteren me van a odiar porque siendo sinceros, si otra hubiera ocupado mi lugar ahora y yo seguiría siendo una fan más, me hubiera enojado y habría odiado a la pobre nueva integrante aunque no tendría razones para hacerlo y aunque no la conociera.

Fui a buscar mi maleta y cuando ya la tuve me dispuse a buscar al guardaespaldas, este no era el típico guardaespaldas de las películas que se viste de traje y absolutamente todo de negro, con lentes negros también y tiene en el oído un audífono para comunicarse con los demás (aunque yo esperaba que ese tipo de guardaespaldas viniera a buscarme), este parecía una persona común y corriente, con pantalones de mezclilla y una playera roja, eso sí, con sus lentes negros. No lo hubiera reconocido si no hubiera traído consigo un letrero que decía "Señorita Blake Parker". Camine hacia él y cuando ya estuve enfrente él fue quien hablo primero.

— ¿Usted es la señorita Blake?

—Sí, pero no me hable de usted que es muy raro eso, ¿Cómo supo que era yo?

—Me habían enseñado una foto para que la reconozca—. Caminamos hasta el coche, que para mi sorpresa tampoco era una camioneta último modelo negra, era un simple audi R8 gris, nunca lo había mencionado pero yo amaba los audi's y mini cooper's tal vez algún día me pueda comprar uno.

El guardaespaldas abrió la cajuela y metió mi maleta, la cerro y yo me fui al asiento del copiloto y segundos después ya estábamos arrancando hacia el hotel, por lo que me dijo era un viaje un poco largo hacia el hotel así que para no quedarme callada le empecé a hacer platica, me dijo que se llamaba Charlie, estaba casado, tenía dos hijas Christy y Christine, gemelas, me contó muchas cosas de su familia y después pasamos al tema de cómo era trabajar con los chicos, sabía que eran desastrosos pero nunca imagine que tanto, nos reímos un rato de todo lo que hacían y mientras yo veía el paisaje de Londres, era como si estuviera cumpliendo uno de mis tantos sueños. Venir a Londres, el tiempo pasó volando y cuando menos me di cuenta ya estábamos en las puertas del hotel y gracias a dios que mi mandíbula está unida a mi cara porque si no ya estaría tocando el piso. "The Landmark London" un hotel cinco estrellas y si por afuera estaba hermoso ya me imagino como está adentro, pasamos por la reja y atravesamos el pequeño jardín que se encontraba en la entrada para por fin abrir la puerta y entrar al lobby, Charlie me dijo que la llave de mi habitación estaba en recepción así que fui hacia ella para que me la diera y pueda dejar mis cosas.

—Buenos días, ¿en qué puedo ayudarte?

—Buenos días, soy Blake Parker y tengo una habitación reservada.

—Permíteme un momento— tecleo algo en su computadora y luego volvió su vista a mí—. En efecto, último piso, habitación 902, suite estándar— me entrego la llave en forma de tarjeta.

—Gracias— me di vuelta y subí al elevador junto con mi maleta, Charlie me iba a esperar en el lobby.

Si algo había aprendido en los pocos viajes que fui con mi familia es que nunca, pero nunca debo picarle al elevador el último piso que se encuentra en los botones, uno de ellos te puede llevar a la azotea y si se traba el elevador no vas a saber cómo regresar, sabias palabras de mi madre, le hubiera hecho caso, pero en ese entonces tenía 11 años y no hacía caso a los llamados de atención. Me quede esperando en la azotea por dos horas hasta que por fin pudieron ir por mí y recibí el regaño de mi vida.

Así que no puse el numero 10 como aparecía en el último piso, sino el nueve, que suena lógico ya que la habitación está en la planta nueve. Cuando iba en octavo grado de secundaria tuve una clase que tenía que ver con Hospedaje, nos hicieron ir a practicar como camaristas a hoteles de gran turismo y ahí nos explicaron que aunque haya una habitación que sea el numero mil, no quiere decir que haya mil habitaciones en el hotel, eso se basa en el número de pisos, así que por lógica si mi habitación era la 902, el piso era nueve y la habitación era la segunda.

Cuando ya baje del elevador busque mi cuarto, introduje la tarjeta en donde debería y se abrió la puerta, casi se me cae la maleta de la impresión, definitivamente no estaba acostumbrada a tantos lujos, deje la maleta a un lado de la puerta y salí hacia el pasillo, cerré la puerta y de regreso al lobby, ya después tendría tiempo en ver la habitación, lo que ahora importaba es que llegaba media hora tarde.

Cuando se detuvo, baje del elevador y fui hacia Charlie diciendo que ya nos podíamos ir, el viaje no fue tan largo lo que hizo que los nervios aumentaran, estaba a minutos de conocer a mi banda favorita y a minutos que hacer que me odien por el resto de su vida, y si fuera poco, a minutos de volver a ver a mi viejo amigo de la infancia.

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Sigo sin tener una ortografía perfecta, así que si ven un error, por mas mínimo que sea se los agradecería si lo marcan o me lo dicen para corregirlo.

Five AgainDonde viven las historias. Descúbrelo ahora