Bajarte el ego

Ｕｎｏ

Maddie

—Mamá donde estás?— Pregunté buscándola por todas partes.

—¡Maddie estoy en la cocina!— Fui rápidamente a la cocina en donde se encontraba ella con un vaso de agua.

—Mamá ya tengo que irme ¿Donde están las llaves del auto? —

—Están atrás de la puerta hija— respondió y me fui corriendo a buscarlas —Que te vaya bien!—

Salí de mi casa directamente al auto y del el auto para la escuela.

—Hola Liss— Me acerqué para darle un pequeño beso en la mejilla. —¿No has visto a Pablo?

—No Maddie, desde que llegué no lo he visto— Era extraño que no hubiera visto a Pablo. —¿Otra vez en el auto de tu mamá?

—El mío sigue en reparación ya sabes— En ese momento ambas escuchamos el sonido de la campana. —Mejor vamos—

Ambas entramos y nos dirigimos al salón. Al entrar pudimos ver a Pablo sentado es su puesto.

—¿Por que no habías llegado?— Preguntó levantándose.

—Estaba afuera esperándote amor— Lo abracé y le dí pequeño beso. —Pensé que no vendrías—

—Jamás faltaría un día al colegio, si tu estas aquí yo vendré siempre. — Lo besé y me senté en mi puesto.

Llegó la profesora con otro chico.

—Buen día chicos, les quiero presentar a Alexis Maldonado, el es un chico de intercambio que estará con nosotros por el resto del año.— El chico era alto y tenía un pequeño gorro que cubría su cabello.

Cuando levanté la mirada me fijé que tenía muchos lunares en toda la cara.

—Bueno, Hola me llamo Alexis Maldonado, vengo de Estados Unidos pero soy de aquí de México y creo que eso es todo.—

—Bueno Alexis puedes sentarte junto a Maddison— Fruncí el ceño como señal de que no quería que se sentara conmigo.

La profesora me señaló y el chico se sentó a mi lado.

—Hola, ¿Como te llamas?— Preguntó terminando de arreglar sus cosas en el escritorio.

—Maddison.— dije sin intención de seguir la conversación—

—Lindo nombre Maddison— Exclamó.

—Gracias— respondí más cortante sin dejar de ver el pizarrón.

El empezó a escribir al igual que yo, de vez en cuando volteaba a ver a mi amiga la cual me miraba de una manera extrañada.

Luego de una hora, terminó la clase y pude salir del salón con mi amiga.

—¿Que onda con el nuevo?—

—¿De que o que?—

—¿Como lo vez?—