DOS

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Me quedé viendo mi celular hasta que recordé que tenía que hacer un trabajo.

Me levanté y me arreglé un poco.

Hija alguien te busca— Dijo mi mamá entrando a mi cuarto.

Ya voy— Salí de mi habitación directo a la sala para ver a ese chico sentado en el sillón.

Hola Madd— Abrevió mi nombre.

Maddison— Corregí. —Empecemos con el trabajo, mientras más rápido lo terminemos mejor.

—No entiendo por qué eres así, tu mamá no se porta así—

—A ver pendejo, tu no viniste a averiguar mi vida ni nada de eso, viniste a hacer un puto trabajo.

—¿Quieres algo Alexis?— Preguntó mi mamá entrando a la sala.

Un vaso con agua señora por favor— El chico sonreía de la manera más inocente.

Aquí está— dijo dándole un vaso con mucha agua. —Si necesitan algo, estoy en mi habitación— Se fue.

Mejor vamos a empezar—

Saqué todo lo que tenía para poder hacer el trabajo. Duramos un rato haciéndolo pero lo terminamos.

—Al fin lo terminamos— Dijo estirándose.

Alexis fue a tomar su vaso de agua pero la derramó toda en el trabajo.

MIRA LO QUE HICISTE PENDEJO!!!—

—PERDÓN!!—

—CUAL PERDON NI CUAL PERDÓN ERES UN PENDEJO— Me lancé sobre el y empecé a pegarle.

PARALE MOCOSA!!!— Dijo mientras intentaba apartarme con sus manos.

Sin darme cuenta quedé arriba de el. Me "abrazó" haciendo que me cayera completamente sobre el y dejara de pegarle.

Me estaba agarrando con fuerza por la espalda.

Sueltame.—

—Uy y ahora que vas a hacer— Dijo burlándose de la situación. —Besame y te suelto.—

—Jamás—

—Entonces te vas a quedar aquí por siempre—

—Te dije que tengo novio y yo de infiel no tengo nada—

—Solo es un beso—

—Te dije que no—

Me moví bruscamente y logré soltarme.

—¿Tengo que venir mañana?—

—Pues ni modo ya la cagaste—

Ya me disculpé—

—Me valen verga tus disculpas—

—Intenta aguantarme por lo menos—

—No tengo por que hacerlo—

—Nos vamos a sentar juntos por el resto del año, tienes por que—

—No te pases de verga—

—Tu cara es muy bonita como para decir esas palabrotas—

—Yo dijo lo que quiera—

—Ya me voy, no te soporto—

—Mejor—

Alexis tomó sus cosas y se dirigió a la puerta.

Bajarte el egoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora