01. Rosado, pizza y vecinos nuevos

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Un nuevo año escolar ha empezado, para muchos es bueno y para otros malo.

Para Wednesday Addams daba igual.

Era una chica de 16 años y con su corta edad odiaba la vida y todo lo que esta tenía, en especial el color rosado y como si de una coincidencia se tratase, ese mismo color bombardeaba sus pupilas.

No es necesario decir que estaba pensando seriamente en suicidarse.

El primer día de clases y lo primero que veía era lo que más odiaba ¿Irónico no? a unos metros de distancia se encontraba una chica que si su sonrisa fuese azúcar, Wednesday ya hubiese muerto de diabetes.

¿Ustedes creen en el odio a primera vista?

Ella si.

Era una rubia de ojos azules, de piel clara y con el cabello corto, un poco más alta que ella y con un vestido escandalosamente rosado, ese tono que tanto odiaba Wednesday.

No pudo pasar más tiempo observando aquel horripilante color ya que sus ojos negros probablemente quedarían ciegos y sin perder tiempo, avanzo ignorando aquel saludo que le había regalado la rubia con la que básicamente choco de hombros.

Probablemente a propósito.

- ¿Que pasa con esa chica? - pregunto con el ceño fruncido su mejor amiga volteando desconcertada y disgustada por la mala educación de aquella desconocida.

- No se, tal vez estaba apurada - propuso la rubia tomando amistosamente la mano de la asiática mirando como está se quedaba mirando con mala cara aquel camino por dónde habia pasado cirta chica.

- Tal vez le caes mal - hace una pausa para acomodar su bolso con su mano disponible - Bueno, es Wednesday Addams después de todo -

Si bien Wednesday estudio en ese colegio toda su vida, nunca tuvo algún amigo y sinceramente tampoco estaba interesada en hacerlo, era la típica "chica ruda sin amigos" y para otros simplemente la rara.

- Yo pienso que es tímida - aseguro con una sonrisa encantadora, Enid Sinclair sin duda era una chica demasiado hermosa, deseada por muchos chicos e incluso chicas de ese colegio, y Wednesday tampoco estaba mal (de hecho era muy hermosa) pero nadie la perseguía amorosamente ya que ¿A quien mierda le gustaría ser pareja de una psicópata?

Ese era la etiqueta que le dieron.

- Tu piensas muchas cosas enid - resoplo la de lentes oscuros - no se, es rara y ya, que no se le ocurra meterse contigo -

"Aqui vamos de nuevo" pensó enid.

- Calmada yoko, recuerda que hoy es el primer día, no puedes hacer tus desastres - la miró con amenaza en sus ojos azules mientras acomodaba su cabello.

- Si pero yo creo que.. - empezó a alargar discretamente la última palabra al quedarse completamente embobada mirando a una chica aparentemente nueva.

Por lo menos sus acosadores ojos nunca la habían visto en ese colegio.

- Yoko Tanaka a tierra - chasqueo sus dedos en su cara pero esta simplemente no reaccionaba hasta que lo hizo después de que un dolor agudo se hiciera presente en su nariz que anteriormente había sido pellizcada por su mejor amiga.

- ¿¡Que!? - se quejo sobándose la nariz la cual empezaba a tornarse roja junto a sus mejillas.

- Préstame atención - se soltó de la mano a la pelinegra con pose de indignada - maleducada - completo "indignada"

- Pelea de inválidos - dijeron por detrás de ellas haciéndolas reír, reconociendo esa irónica voz en dónde sea.

Bianca Barclay.

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