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07. Un plátano, un saco de azúcar y un cafe.

- Buenos días rarita - saludo el chico acercandose a la más baja como si de una serpiente se tratase - Dame el dinero - dijo con total tranquilidad sosteniendo con fuerza el hombro derecho de la pelinegra.

- No creas que soy una de tus víctimas, Petro-puto - cerro su casillero con fuerza - quítate -

- Te dije que me des el dinero o-

- ¿O que? ¿Vas a matarme? - bufo - ¡Oh por favor, Ajax, no me golpees! - gritaba haciendo que varios alumnos rieran de el capitán del equipo.

De cierta manera, se sentía extraño que alguien por primera vez le hiciera cara a el chico y se sentía aún más extraña la sensación de vergüenza que se apoderó de su pecho al notar que todos se veían y susurraban cosas, cosas sobre el.

Lastima que la vergüenza se convirtió en ira.

- ¡Dame el puto dinero, addams! - grito en su cara, haciendo que pequeñas partículas de saliba impactasen contra el rostro de la pelinegra.

- ¡Eow! ¿Que carajos comiste? Hueles horrible - se limpio el rostro con una mueca de asco - ya oler a culo encebollado no está de moda petro-puto - y las risas explotaron, así como un detonante para lanzar el primer golpe.

Que fue esquivado por la pelinegra.

- ¡ADDANS! - Grito enojado golpeando el casillero que se suponía que tendría que ser Wednesday, marcondolo y dejando agolladuras en este.

- ¡Petro-puto! - repitió con el mismo tono de voz corriendo hacia el campo de fútbol.

No podría golpear a alguien con un bate de béisbol frente de todos.

- ¿¡Dónde estas perrita!? - preguntaba sarcásticamente buscando entre las gradas a Wednesday, parecía un psicópata.

- Boo - y callo al piso soltando un grito de dolor, sobando su pierna que anteriormente había sido golpeada.

- No puedes golpearme, soy el hijo de-

- Noqueado - sonrió con malicia viendolo desplomarse al piso, para luego llevarlo a los vestidores arrastrándolo junto a otras cosas en una bolsa que estaba cerca de la puerta, todo estaba perfectamente bien planeado.

- Como es que eres tan pesado - se quejo levantando un poco el cuerpo y observando con precaución sus alrededores.

El plan principal era noqueatlo y dejarlo encerrado en los baños o algún sitio durante un día pero, ver el moretón que le hizo solo causó más rabia en ella, solo agregaría algunas cosas no era para tanto..

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- ¿Por qué tiene un plátano en el..? - el pobre paramédico se estaba conteniendo para no explotar de risa literalmente mientras veía con vergüenza a petropolus.

- ¡Gonzáles! - se quejo su compañera - ¡Deja de reírte y ayúdame a cargarlo! -

- Oh lo siento, ya voy - se apresuró a cargar el cuerpo hacia la camilla ya que tenía algunos cortes pequeños pero profundos en lugares donde no puedo mencionar.

- ".. ¡Una loba en el armario, tiene ganas de salir AUUUU, deja qu-AUCH! - se quejo la rubia sobándose el brazo que había sido golpeado por su amiga pero al verla solo pudo distinguir una mezcla de temor y diversión al mismo tiempo en su rostro

- ¿Y esa cara que? - rio nasalmente - pareces un-

- Chica cállate, ¿Que ese no es tu novio.. en una camilla? - y cuando enid logro visualizarla, ambas empezaron a dirigirse rápidamente hacía el lugar, enid con los ojos queriendo cristalizarse y Yoko..