ENCHANTED ─ KOOKMIN.

VIII

I won't be afraid

Just as long as you stand

Stand by me

Stand by me - Ben E. King.

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JiMin gimió adolorido cuando su cabeza punzó agudamente. Sus brazos chocaban con una sábana ligera y se sentía algo acalorado.

—Agh... —musitó mientras abría sus ojos y trataba de estirarse, pero unos brazos no se lo permitieron.

¿Qué?

JiMin abrió sus ojos con rapidez y giró su cabeza, encontrando el rostro dormido de Jeongguk tras él. Park se sonrojó y cerró sus ojos, mareado por el repentino movimiento brusco.

Llevó su mano hasta su frente y trató de recordar cómo había llegado a la casa de Jeongguk... cómo había terminado en su cama y con su ropa.

Mierda, ¿había hecho el ridículo? Joder, joder, odiaba no recordar mucho aquella parte de la noche anterior.

—Tus pensamientos me despertaron... —Jeongguk susurró tras él con voz ronca.

Los brazos a su alrededor lo soltaron y se sintió frío.

Frío y vacío.

—Hyung... —giró lentamente para verlo con ojos de cachorrito.

—Hey, buenos días —le dijo Jeon mientras usaba su brazo como apoyo, mirándolo de lado.

—¿Cómo llegamos aquí? ¿Por qué tengo tu ropa?

Gguk soltó una risa.

—Estabas tan borracho... —dijo él aún con esa sonrisa suave—, salimos del club cuando TaeHyung llegó luego de darse un revolcón con una chica en los baños. Tú dijiste que estabas cansado y no querías seguir bailando o bebiendo así que decidimos regresar. Tienes mi ropa porque nos olvidamos tu mochila en el coche y ninguno de los dos quería ir por ella.

—¿Entonces no hice nada vergonzoso como vomitarme encima? —preguntó suave para luego abrir sus ojos con algo de sorpresa—. ¿Hice algo vergonzoso en el club?

Jeongguk lo miró unos segundos de forma profunda. JiMin supo que su respuesta sería una mentira por la forma en la que su sonrisa se estiró de forma diferente en sus labios y sus ojos se vieron visiblemente apagados en comparación de la explicación anterior. Había algo que Jeongguk no le diría.

—Nada, Jiminie, ¿la pasaste bien?

Park asintió lentamente, no queriendo moverse demasiado por el dolor en su cabeza. Luego descubriría lo que Jeon ocultaba.

—Fue divertido, de verdad. Nunca me había sentido tan cómodo en un sitio lleno de gente —dijo risueño JiMin, dejando de lado el dolor de cabeza para recordar las risas con los chicos y MinHee, con quien incluso se había hecho cercano pues la muchacha había llevado cursos de repostería y eso era algo que JiMin adoraba—. Gracias, hyung...

Jeon lo miró curioso.

—¿Por qué?

—Por enseñarme que no hay nada malo conmigo y, que igual que todos, puedo divertirme en lugares como esos.

Jeongguk quiso besarlo tan mal luego de eso. La cara de JiMin era una obra de arte incluso cuando recién despertaba, el azabache juraba que tenía los labios mucho más hinchados de lo normal y eso lo tentaba.