En la fría habitación hay un sentimiento de dolor.Todo el mundo gritaba a su alrededor,podía ver a todos corriendo de un lado al otro,su cuerpo se sentía tan pesado,no saben lo que le costaba mantener los ojos abiertos,sus párpados pesaban más que cien pesas de unos cinco kilos cada una.
Podía sentir como cientos de manos estaban en su cuello sacando uno tras otro trapo empapados en sangre. Quería vivir,incluso ahora que estaba sin nada ni nadie,incluso después de lo que hizo,quería vivir,pedir perdón por lo que hizo,lo que daño,lo que sus manos dañaron como basura.
Ahora que estaba sedada,su mente se quedó vacía y repitió uno a uno cada error,casi como si la vida le recordase cada uno de sus fallos como daño a quiénes más amo en vida,a quién por su egoísmo daño tanto.
Porque simplemente no pudo dejarlos,ser felices,incluso si en esa felicidad ella no estaba.
Mil recuerdos llegaran recorriendo todo mí pensar.
[...]
Ojalá,hubiera podido ser tan bella como tú...
—¡Marinette!— la voz dulce de ella logro sacarla de sus pensamientos —¿En qué piensas tanto?—
—¿Yo?— la pequeña peliazul solo miro al cielo buscando la respuesta,al no obtenerla solo alzó sus hombros de manera desinteresada —En nada,me quedé en blanco—
Ignorando aquello tomo sus manos así empezando a saltar con gran entusiasmo —¡Vamos a jugar!— y sonrió con tanta grandeza que podía ver cada uno de sus dientes incluyendo el que se le había caído hace poco —¡Jugar,jugar!—
Porque éramos tú y yo,siempre Chloe y Marinette,desde la guardería hasta el colegio,tú y yo. Teníamos solo diez años,pero creímos que el tu y yo era perfecto y nadie podía romperlo.
—Ya va,no seas tan impaciente o me harás caer— decía mientras era prácticamente arrastrada por su amiga.
Todo iba tan bien,ambas jugabamos corriendo de un lado al otro casi sin parar,nuestro juego favorito siempre fue el escondite. Nuestro juego favorito tan puro e inocente fue el que inició esto. El que nos llevó a conocerlo,a conocer en quién en ese entonces sería nuestra cruz. Nuestra caja de Pandora.
La pequeña blonda corría con fuerza antes de ser atrapada,corría como sus cortas piernas le permitían así hasta llegar al árbol más lejano del parque donde pudo encogerse tras él y esconderse,su pequeño cuerpo se hizo una pequeña bolita,cerró con fuerza sus ojitos e inclusive tapo su boca con miedo a que su respiración atrayese a su amiga. Todo iba bien,hasta que al mirar al frente se topo con una gran mirada felina que por inercia la hizo asustarse.
Su chillido la hizo saber de inmediato su ubicación,entonces fue cuestión de minutos para encontrarla,pero al encontrarla,también lo encontró. Los tres se vieron fijamente y el primero en reír fue él quién extendio su mano con total amabilidad ofreciéndole ayuda a la que era su amiga todo bajo su mirada.
Ese fue el momento donde todo,se quebró.
—Soy Adrien,Adrien Agreste— se presentó ante ambas,cubierto de ramas y hojas,sonriendo como un pequeño ángel y con su mano extendida casi como si fuera la salvación de todos —Lamento haberte asustado— se disculpo con la rubia quién parecía estar más que molesta por haber sido descubierta.
—No pasa nada...— le resto importancia todo para luego levantarse del mismo modo quedando frente a él —Soy Chloe Bourgeois—
La chica,la más alejada de aquello se quedó anonadada,porque era el chico más guapo que había podido ver —Yo soy Marinette— murmuró tan bajo,pero lo indicado para que ambos la oyesen.
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|One-Shots|•Miraculous Ladybug•
ContoPueden pedir el Ship que deseen se les cumplirá,aquí encontrarán historias de las parejas de sus personajes favoritos.