Capítulo 55: Desorientados

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Esa mañana tristemente Angela no estaba donde la deje en la noche en su lugar conseguí solo mi piyama y en mi celular un mensaje además de que también recibí una llamada de Aby, estaba molesta y prometí verla el domingo por la tarde, quizás no debío huir como lo hice en esa ocasión

—Entonces ¿Angela? —me sirvo una taza de café para ver la mirada picara de mi hermano—Creí que no aceptaría contigo

—Me costó conseguirlo, esa mujer es muy atrevida, ni siquiera sé cómo hizo para verse tan bien solo media hora

—Quizás es dama de compañía—le lanzo un pedazo de pan que tenía para hacer el desayuno—No te molestes Marcos

—Me dijo que solo es bailarina, no es nada serio solo quería disfrutar un rato con una chica después de años—mi cabeza dolía— ¿A qué hora se fue?

—Aun dormía cuando no estaba—comienzo a servir la comida— ¿te gusta?

—Sí, me gusta como es, al principio no me gusto su juego de solo yo ceder pero cuando lo hizo vaya que me encanto—veo que me sonríe—Y no hablo porque tendríamos sexo más bien por cómo se comportó, es muy sincera

—Pensé que era una persona diferente, debiste dejar que durmiera contigo

—Contigo cerca eso no pasara ¿Tu cita no es hoy?

—Esteban cenaría con sus suegros, le dije que estaba aquí y que venía en camino—nos habíamos levantado algo tarde

—Greys se molestara si llegas tarde, así dejas mi fin de semana en paz—tomo un poco de mi comida—Por cierto hablaste ayer de unas pesadillas

— ¿Me escuchaste? Estabas tan furioso por no satisfacer tu entrepierna que ignoraste los gritos de tu hermano

—Exageras pero dime ¿Por eso no ha podido dormir?

—Sí, no sé porque han vuelto, llevaba un tiempo que no las tenía

—Te sorprendería saber que yo también los tengo pero no los que crees ¿ya hablaste con nuestra madre?

—Aun no, he tenido mucho trabajo ¿Cuándo compraremos el regalo de Esteban? —sonrió al tener la excusa para ver a Angela

—Puedo hacerlo solo, la tendré lista para su cumpleaños

—Como quieras ¿Qué hay del triciclo con lo que lo engañaremos?

—Oh Tas tiene uno que no ha usado porque dice estar grande

—Bien ¿Investigaste lo de Emily? Ya sabemos quién ese hombre

—Ya lo sé, leí tu mensaje esta mañana, la situación no es sencilla

—Siempre haces planes milagrosos ¿No puedes con esto?

—tengo que pensar, quizás pueda vigilar al hombre, si está en la base de datos Elías dará con él, me enviara un mensaje cuando lo sepa—veo que asiente distraído—Adam quería preguntarte algo—me ve—El contrato que tienes con los Gómez es de solo un año y solo te falta un mes

—Después de las fechas dejare trabajar oficialmente para ellos ¿Por qué? —ya lo había pensado antes, quizás aceptara mi ayuda

— ¿Qué has pensado hacer cuando eso suceda? —veo que ve su taza de café

—Quería comprar un local para comenzar por fin mi empresa aunque había dejado eso atrás pero quiero estar a la altura de Greys, tengo algo reunido en este año completo, no tuve muchos gastos

— ¿Quieres que te ayude? Sería una buena inversión para mí, no me molestaría—me frunce el ceño—A veces los casos son un dolor de cabeza y si invierto sé que ganare mucho dinero en un futuro ¿Qué piensas?

El diario de un abogadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora