Capítulo 72: Por un hermano

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Definitivamente debo aprender a hacerle caso ese sentido que tengo que me dice que no debo hacer las cosas porque algo realmente malo podía salir de ahí por eso no quería ir, me conocía y no soportaba a ese hombre, dudaba que de la noche a la mañana cambiaran pero desee por Adam que saliera bien pero ¿Adivinen? Todo salió muy mal y aunque después me arrepentí de dejarme guiar por mi egoísmo porque después de eso no hubo vuelta atrás, lo sentí no por mi si no por Adam

***

Observo a Adam que tenía todo el rato escribiendo en el celular, yo estaba inquieto algo raro en mi pero el parecía muy tranquilo a pesar de que su padre podía aparecer en cualquier momento, no quería estar ahí

—Adam ¿Qué es tan interesante? Porque te juro que en cualquier momento lanzare ese aparato sobre la copa de whisky que tengo—mi temperamento no estaba bien, tantas cosas acumuladas

—Lo siento—veo que lo guarda, tenía que calmarme y distraerme con Adam era lo mejor—hablaba con Greys parece que ya está más tranquila y quiere que nos veamos mañana para conversar—Una buena noticia para él y no para mí, ojálala a Angela se le pasara esas cosas pero no sucedía nunca

—Te dije que se le pasaría, solo está un poco afectada—centrarme en otros problemas, tenía que calmarme, ni siquiera sabía porque estaba tan inquieto

—No me gusta que lo esté tanto pero igual no puedo dejar de quererla—sonrió al escucharlo, me pasaba lo mismo con Angela ¿Sentía lo mismo que mi hermano?

—Aun no me acostumbro a que de verdad te guste alguien—Era Arturo que recién llegaba, había escuchado que respirar funcionara

—Siempre tan inoportuno ¿no? —por lo menos había sido inteligente y se había sentado al lado de Adam, habías decidido verlo en un restaurante pequeño, quizás así yo pudiera contenerme un poco de lo que le diría

—De alguien tenías que sacarlo Adam—odiaba todo de ese hombre, hasta su sonrisa, era un milagro que Adam tuviera la de mi madre— ¿ya ordenaron?

—Sí, pedimos tres platos de pasta con albóndigas acompañada de un estupendo whisky y dijimos que tu pagarías, eres el más viejo aquí y tu querías vernos—Adam parecía mucho más calmado que yo, era raro

—Me parece injusto porque ambos son hombres que pueden pagar perfectamente su comida pero lo dejare pasar— ¿Era enserio lo que decía? ¿Por qué es que había venido? Necesitaba recordarlo

—Vaya que alma tan caritativa, es algo muy inusual en ti—no quería ni dirigirle la palabra a ese hombre, quizás era mejor irme, eso haría

—Estoy intentando salir de mi zona de confort hoy—me ve ¿Por qué no pudo seguir ignorándome?—estas muy silencioso ¿nada que decirme?

—Aparte que me estoy cansado de ver su horrenda cara nada que agregar—dándole un trago a su vaso, tenía que calmarme con algo ¿No había nada más fuerte que ese Whisky?

—Yo no estoy muy feliz tampoco de hacerlo, es impresionante que estemos de acuerdo con algo ¿no? — ¿Por qué diablos me quería ahí? Si no decía algo bueno no me iba a importar dejar a Adam solo

—Sabe suelo siempre darle rodeos a las cosas pero por alguna razón acaba de llegar y tengo unas ganas de irme que no puedo contener ¿va ir al punto? O simplemente comentara cosas que me harán desear partirle la cara en dos—sonrió porque era lo que quería en ese momento

—Veo que tus amenazas han tomado cierto aire de madurez, antes me solías insultar con cosas como que por accidente podrías romper mis documentos más importantes cuando podía tener una copia en la computadora—No podía perdónalo, no iba a aceptarlo ni que le diera todo el dinero del mundo

El diario de un abogadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora