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Ella llego a su limite, como ese bastardo se atrevía a tomar lo que es suyo por derecho. Tomo el amor de su padre, la admiración del imperio y su posición de belleza; ella podía perdonar eso pero robar a sus joyas nunca. Necesitaba pensar, no podía, no podía perder no con un bastardo, no con el hijo de la bruja.
- Maldita...¡¡MALDITA SEAS JAYLAND!!..maldito bastardo - Los gritos de la albina, no le importaba ser escuchada, tanta era su ira que destrozo todo a su paso hiriendo a una de sus damas - uf...uf...ustedes dos arreglen este desastre; cuando vuelva quiero ver todo ordenando, mañana partiremos a Arbezela quiero todo listo - ordeno la albina a sus damas, ignoro el temblor de estas ella necesitaba descansar del todo el estrés que carga.
- Como usted ordene alteza -Las dos damas se inclinaron. Ariana solo asintió retirándose de la habitación dirigiéndose a los baños privados donde se hospedaba, necesita relajarse y pensar mejor sus futuros movimientos.
- ¿Cómo pude dejar perder a mi joya azul?...si jaylando no tuviera esa grabación mi plan seria un éxito - La albina no se contuvo en apretar sus labios, recordó como el pelirrojo la amenazo mostrándole la grabación.
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- Sea lo que esta pesando hacer Ariana, te advierto que no fusionara - hablo el pelirrojo con firmeza- No me hagas mostrarle a nuestro padre este comportamiento, aunque padre te ame no tolera esta conducta mas de una princesa - La albina apretó sus puños, la ira que sentía era tan grande que no le importaba herir sus palamas - Entonces no harás ningún drama hermana.
- No lo hare, solo no le muestres eso a nuestro padre hermano - Respondió la albina con la cabeza baja conteniéndose.
- Que así sea hermana, nos vemos.
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La albina resoplo, quería dejar de pensar por un momento de esa humillación y al mismo tiempo tenia que salir de la tina no quería salir arrugada.
- Espero que no haya ningún desastre, espero que todo este listo para mañana - La albina salió de la tina, envolviendo su desnudes para retomar camino a su habitación y ser mimada por sus damas - Tendré que darle a esas dos unos vestidos como muestra de mi perdón, soy muy benevolente con esas dos.
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