ֶָ֢FuKaze Week 2024 ֶָ֢ (Esp / Eng)

7.- ♡ Enamorarse

Nota: este capítulo se ubica antes del capítulo de las mordidas, así que por eso ninguno de los dos ha dicho sus sentimientos o los ha dado a entender.

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Resumen: Kazemaru se da cuenta de que Fudou empieza a provocarle algunas cosas, entre ellas que su corazón se acelere con solo verlo.

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El corazón debería latir 60 veces por minuto para considerarse un ritmo normal, pero puede haber distintos factores que lo alteren. Kazemaru no entendía por qué su corazón latía tan rápido al ver al castaño. Ser compañeros de salón y miembros del equipo de fútbol no le ayudaba mucho, y tener que recurrir a él por las noches para poder dormir aún menos le ayudaba.

—Sigo pensando que deberías ir a la enfermería. Últimamente te has visto demasiado rojo de la cara para ser normal — le decía al capitán del equipo, al peliceleste. Había notado que el asistente del entrenador se veía más distraído de lo usual, además del mencionado sonrojo, algo que no era común antes. Realmente se preocupaba por él. — Si tú no vas, yo mismo te arrastraré hasta ahí. — Antes de continuar sus amenazas hacia el otro chico, fue detenido por el portero del equipo, quien negó con la cabeza pero no dijo nada más.

Para Genda, estaba claro el motivo de la actitud del exintegrante del Raimon. No entendía cómo Sakuma no se daba cuenta de esto, siendo algo tan evidente. Aunque él pudiera creer que había una posibilidad de que lo que sea que sintiera el de coleta por el chico rebelde del equipo fuera correspondido, no quería inmiscuirse por si había entendido mal al castaño o si este mismo no se había dado cuenta ni siquiera de sus sentimientos.

—Estoy bien, no te preocupes... — fue la única respuesta que le dio el defensa al capitán, yéndose rápidamente a otro lado para evitar el tema. Pero como si el mundo lo odiara, justo fue a quedar al lado del causante de sus malestares, volviendo a sentir su corazón latir tan rápido y su rostro caliente. Trató de volver a huir, pero fue detenido de la muñeca por el ojiverde.

—¿Estás bien? Te ves algo rojo de la cara. — jalando de su muñeca hasta acercarlo a él, tocó la frente del de ojos avellana con su mano libre, lo que provocó un sonrojo más fuerte. — No pareces tener fiebre... — la misma mano que había puesto sobre la frente bajó hasta la barbilla, sosteniéndola con firmeza y moviendo el rostro del chico mientras lo observaba detenidamente. Una parte de él estaba preocupada, y otra disfrutaba el poder tomar de esa manera al joven atleta. Acercó más su rostro, detallando cada facción que podía.

—Fudou, deja en paz a Kazemaru. — la voz del de melena larga y suelta interrumpió ese momento mientras se acercaba dando zancadas para separar al de mohicano de su amigo. — Deja de molestarle. ¿No ves que no se encuentra bien? Vamos, anda, Kazemaru, ve a descansar a la banca. Cuando te sientas mejor, regresas al entrenamiento. — Tomándolo de los hombros, lo llevó hasta una de las bancas situadas a un costado de la cancha de fútbol para dejarlo sentado y regresar a la práctica.

—No puede ser, debo estar realmente loco... — se decía a sí mismo el chico con el corazón agitado mientras cubría con sus manos su rostro y discutía mentalmente sobre la posibilidad de realmente estar enamorado de Akio. Lo que le hacía sentirse peor era la incertidumbre de no saber si el contrario sentiría lo mismo por él.

El mediocampista no perdía de vista al defensa; realmente, se preocupaba. Quería estar con él para cuidarlo y saber que está bien pero no quería que todos supieran que él había caído enamorado de Kazemaru y mucho menos si sus sentimientos no eran correspondidos.

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