El Diario del Caos - SatoGou

Capítulo 5 - ¿Soluciones?

Capítulo 5 - ¿Soluciones?

—Goh, mi niño, a veces tenemos que aprender a soltar a las personas que más queremos para que sean felices. Hay veces en las que cuesta aceptarlo, te entiendo, pero si te quedas anclado a la tierra junto a esa persona, ninguno de los dos podrá volar lejos. Amar es quedarte cuando te necesiten e irte cuando has cumplido tu función, por más doloroso que sea. —Una mujer mayor le relataba a su nieto.

—Pero Abu, ¿qué pasa si no quiero soltarlo? ¿y si quiero quedarme anclado a la tierra con esa persona para siempre, soy un niño malo? —Un Goh de seis años preguntaba dudoso.

—No, mi niño. Es normal ser un poco egoístas con las personas que queremos, pero tenemos que saber que esas personas son independientes, tienen sus propias decisiones y opiniones. Van a haber ocasiones donde no podremos hacer nada para evitar que le pase algo a esa persona, y solo quedará apoyarla hasta que el tiempo lo permita.

Goh despertó algo triste al recordar las palabras de su abuelita. Si bien era excelente dando consejos, Goh normalmente no podía (o quería) aplicarlos a su vida. Y, aunque quisiese, Goh no tenía amigos, solo a Chloé; y no iba a dejar ir a la única persona que tenía; claro, hasta que apareció Ash.

¡Ash!

Tenía que decirle lo del diario, no le importaba si él salía con Gary, obvio que le iba a doler, y mucho, pero si amas a una persona, siempre vas a querer que esté bien, incluso cuando no es contigo. Aparte, Gary es un chico seguro de si mismo, sin heridas del pasado y que conoce a Ash desde que eran pequeños, seguro era una mejor opción.

Goh sacudió la cabeza, intentando alejar esos pensamientos. Y finalmente, decidió subir a la cama de Ash para hablar las cosas.

Lo vio completamente dormido, parecía que un Pokémon había usado somnífero en él. Pero no podía permitir que estuvieran distanciados más tiempo, no ahora que sabía la razón de la actitud de su compañero.

—Ash... —susurró y recibió un quejido de parte del chico de Paleta. —Ash... —intentó una segunda vez, obteniendo el mismo resultado.

Frunció un poco el seño, había olvidado lo difícil que siempre era despertar a Ash.

—Pikachu —buscó con la mirada al inicial de su amigo. Este despertó inmediatamente.

—¿Pika? —se frotó los ojos y volteó a ver a Goh, le hizo una mueca de desagrado.

—Sé que probablemente tú también estés enojado conmigo, pero Ash no me ha dejado explicarle nada.

El Pokémon ratón arqueó una ceja.

—Sé que leyeron mi diario —comentó un tanto avergonzado.

Pikachu palideció y comprendió que Goh tendría que explicarle muchas cosas a Ash, así que le hizo el favor de despertarlo y luego saltó por la ventana, dejándolos solos.

—Pikachu... te he dicho un millón de veces que no me despiertes así —Ash sostenía su cabeza con una mano mientras apoyaba su peso en la otra. Goh pensó que Ash se veía ridículamente adorable con el cabello despeinado y recién levantado.

—Yo no soy Pikachu, Ash

—Ah, eres tú —dijo secamente —¿déjame dormir, quieres?

—No, Ash. No podemos seguir así.

—¿Así cómo? Estamos bien, solo déjame dormir —agarró las sábanas de su cama y se tapó por completo.

—No, Ash. No estamos bien —susurró —Ash... vamos... tenemos que hablar.