Capítulo 29: Movilización y casa

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El emperador Molt había convocado al senado imperial, todos los senadores y generales se encontraban reunidos, incluyendo al príncipe Zorzal.

El emperador empezó a hablar después de calmar el bullicio. "Caballeros, os he reunido aquí para realizar un cambio estratégico drástico en la guerra".

Todos se extrañaron, incluyendo a Damm y a Borhos que no entendían esta reunión sorpresa.

"He decidido declarar la guerra total a nuestros enemigos, movilizaremos a todas las fuerzas imperiales y a los plebeyos y los enviaremos al frente. Esto conllevará acabar con las negociaciones y cualquier lazo diplomático una vez se haya realizado el intercambio de prisioneros. Tendremos una fuerza de más de un millón de soldados, sumando a semi-humanos y bestias, también se movilizará forzosamente a todos los magos posibles y se integraran en el ejército imperial, el 60% de los recursos que se producen en el imperio serán invertidos en la guerra al igual que la mayoría de la mano de obra, se suspenderá cualquier obra que no tenga que ver con el conflicto".

Todo el mundo se sorprendió, algunos para bien y otros para mal como Damm y Borhos, los cuales querían abogar por la paz en la medida de lo posible y evitar muertes innecesarias, pero ahora, no solo morirían soldados imperiales y semi-humanos, sino también civiles a los cuales se supone que tienen que proteger. No entendían el cambio tan repentino.

Damm, furioso mostró su enfado gritando al emperador. "¡Alteza! ¡Me opongo firmemente a su repentino y sin sentido cambio de ideas! ¡La población civil no tiene porqué sufrir este conflicto, será un carnicería, a este ritmo el imperio será destruido!"

"Es por ello que cuento con usted general Damm, incluyendo al resto de generales, el senado y a nuestros compatriotas que se encuentran recluidos en el mundo de los barbaros. Para que se ahorre palabrería, si no colabora será ejecutado aquí y ahora mismo, recuerde que su deber es servir al imperio".

Damm se quedó en silencio, no entendía el repentino cambio en la personalidad del emperador y le asustó la amenaza, por lo que guardó silencio.

<<Es como si no fuera el...>> Pensó

***

Ese mismo día por la tarde, en una pequeña aldea escondida en un bosque alejado de la capital, un hombre alto y robusto en sus 50 de gran nariz, algunas arrugas y algunas cicatrices en sus brazos y rostro, regresaba feliz a su casa tras una exitosa caza de un ave.

"Familia, hoy se come" Dijo feliz ajustándose el cuello de su ropa.

Sus dos hijos pequeños se acercaron felices a su padre mientras que su mujer lo saludaba y felicitaba por su caza.

"Felicidades cariño, hoy haré un caldo para cenar ".

Los niños lo celebraron. El padre se extrañó al no ver a otro miembro de su familia.

"¿Dónde está Kandel?"

"Fue a por leña tiene que estar al-" La esposa fue interrumpida cuando este saludó desde la puerta.

"Familia, hoy no pasaremos frío" Dijo feliz ajustando también el cuello de su ropa. Sus hermanos también se alegraron al verle.

Kandel era un chico muy joven, aparentaba no pasar de los 18, cabello corto oscuro y mucho más delgado que su padre, aunque casi de su misma altura.

"Cierto, el frío ya se acerca, eres muy precavido hijo"

"Aprendí del mejor, además, no soy bueno para la caza, soy incapaz de hacer daño a nada, por lo que soy útil en lo que puedo".

"Eso es hijo, siempre tienes que buscar tu lugar".

Después de realizar varias tareas, padre e hijo salieron a comprar al mercado de la aldea, en ese momento Kandel aprovechó para hablar con su padre.

Gate:  Así fue el ejército Español (y alguno más) a pelear allíDonde viven las historias. Descúbrelo ahora