1940, dos años después de una brutal guerra civil que vio el regreso del Kaiser Wilhelm II, el Imperio Alemán revivido se ha convertido en la potencia militar, económica y tecnológica más dominante en la mayor parte de Europa, habiendo reformado las...
Dentro del transporte de tropas, todos se orientaron con la situación simplemente echando un vistazo por las ventanas. El punto de vista proporcionaba una visión clara de la ciudad que debían salvar, desde las puertas hasta la ciudadela. Se libraba una batalla entre los dos ejércitos opuestos, no una lucha a distancia, sino con técnicas reales que las armas de los paracaidistas podían derrotar fácilmente.
Cuando Salomon fue asignado por primera vez para ayudar a los alemanes, nunca esperó liderar un desembarco aéreo dentro de una ciudad, a pesar de que Werner lo asignó para liderar las fuerzas bálticas, que se supone que deberían estar golpeando los flancos del ejército exterior en este momento y formar parte de un ejército de paracaidistas. Aunque no le importaba, siempre había deseado tener la oportunidad de experimentar el paracaidismo en su vida, pero no estaba seguro de lanzarse directamente hacia espadas, lanzas y monstruos.
"¡Señor, creo que acabo de presenciar cómo un dragón derribó un avión!" alertó el piloto.
"Avión obsoleto, soldado", corrigió Salomon, algo bruscamente. "No me preocupo tanto por los aviones, es por los jets que estoy preocupado. Si perdemos los jets, entonces podríamos destruir toda nuestra tecnología de una vez. Pero, solo desearía que Weber hubiera adjuntado más de tres a nuestro ejército."
Si Weber no estuviera asignado a la división de Rommel, no les habrían proporcionado aviones con propulsores previos. En cambio, los Stukas y solo unos pocos jets estaban asignados a la Tercera Unidad, mientras que los aviones reales junto con los ases reales se quedaron cerca del Castillo Dagonet esperando las órdenes de Rommel, dejados para sentarse y no hacer nada en lugar de demostrar su valía. Solo hace que hombres como Salomon se pregunten por qué no están introduciendo tecnología experimental para probar en un entorno así. Sería sin duda mejor que dejar que buenos combatientes mueran al otro lado de un portal equipado con armas obsoletas.
"Señor, si vamos a liberar toda una ciudad llena de miles de espadachines, ¿por qué no tenemos ni un solo super soldado o perro tanque con nosotros? Estaría tan contento como hablo inglés sabiendo que un super está a mi espalda contra un ogro", se rió Salomon.
"Werner quiere mantener los daños colaterales al mínimo. Estas personas a las que estamos liberando no deben pensar que estamos aquí para hacerles daño a su forma de vida, así que necesitamos mostrar que estamos aquí para salvarlos. Si te encuentras con un ogro, intenta apuntar a la cabeza. Werner logró luchar contra dos de ellos durante el Ataque a Berlín desarmado, así que deberías alegrarte de tener un arma", explicó.
Un zumbido en el lateral del transporte de tropas anunció la carga y preparación de las MP-38, FG-40 y STG-40 de cada paracaidista. Era hora de lanzarse. Salomon se regocijó al cargar su Laserkraftwerk, la única pieza de tecnología láser experimental que trajo del otro lado del portal, a pesar de que el Alto Mando dejó claro que la tecnología experimental está prohibida en el mundo más allá del portal a menos que se realicen pruebas de armas y se mantenga bajo llave.
Salomon eludió esto simplemente "tomándolo prestado" de uno de los almacenes.
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