Capítulo 41

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Erick

—¿Ya viste las noticias?—Gabo estaba esperándome para que fuéramos otra vez.

—No, ni tampoco me interesa.

—Yo podría quedarme hoy, si quieres para que descanses...

—No es necesario, yo voy a estar con ella, en todo esto.

—Bien, como tú quieras, ¿Quieres que lleve algunas cosas para el hospital?

—No creo que Leah vaya a estar mucho tiempo en el hospital, según nos dijo el medico solo serán unos días más y ya.

—Me alegro, ¿y se van a regresar aquí?

—Aún no lo se, no hemos hablado de eso.

Salimos del apartamento para ponernos en marcha al hospital.

***

Minutos después;

—Mañana vendré a verla, —dice Gabo.

—Esta bien, voy a avisarle que ya estas aquí.

Camino a la habitación, Laila se pone de pie y me mira.

—Se altero un poco, por lo de Leonardo, pero tranquilo, el medico logro estabilizarla.

—¿Segura que ya esta bien?

—Si, de acuerdo a lo que me dijo el medico va a despertar en algunos minutos.

Asentí.

Me quede sentado mirando el móvil.

—¡Erick!—La voz de Leah asustada me hace volver la vista a ella, esta apartando las sabanas. —Háblale a un medico.

Estoy a punto de preguntarle el porque, pero en ese momento vi las manchas de sangre que se quedaron en las sabanas.

—¡Estoy sangrando! —comienza a llorar—¡No quiero perder a mi bebe!

—No lo vamos a perder.

Me salgo de la habitación.

Cuando regreso con el medico, Leah se encuentra de pie, mientras que veo sus piernas manchadas de sangre.

—Por favor salga—me indica el medico—voy a revisarla.


Leah

Mi cuerpo sigue temblando.

El medico no me ha dicho nada y no se que es lo que más me aterra.

Cuando termina de revisarme, abre la puerta y hace que Erick entre, me mira y no se que cara debo de tener, pero su rostro no me da ningún tipo de fortaleza.

—¿Como se encuentra?—pregunta él.

—Necesito que estén tranquilos.—miro que el medico cruza las manos, tratando de buscar las palabras.

Solo falta que te hablen y te digan que debes tranquilizarte, pera que te alteres.

—¿Qué es lo que pasa?—pregunto mientras mis lagrimas comienzan a caer.

—Por favor tranquilícese, no es bueno que se altere.

—Díganos que pasa doctor—Erick se acerca a mi, me toma de la mano y espero a que el medico hable.

—Lamentablemente no les tengo buenas noticias, el resultado del estudio nos revelo que la bolsa donde se encuentra el bebe esta rota, por lo que no podemos asegurar que el bebe llegue al final de la gestación...

Deje de escuchar en ese momento, no puedo perderlo...


Erick

—Hay algo que deba poder hacerse.

—Lo único que podemos hacer es mantenerla en observación y para eso necesitaremos que la joven permanezca aquí hasta que el bebe nazca...

Mire a Leah, estaba llorando y me sentía jodido por no poder parar el llanto.

—Eso es demasiado...

—No me importa—dice ella—no me importa cuanto tiempo tenga que estar aquí, para que el nazca.

—Voy a darle algunas instrucciones a la enfermera.

Cuando nos quedamos solos. Leah rompe en llanto.

—¡No quiero perderlo Erick!, No quiero perderlo como te perdí a ti.

Las palabras que acaba de decir hacen que mi corazón tiemble.

—Leah...

—No, no quiero que me digas tus palabras con lastima, se que estas con ella y yo no quiero ser un estorbo para ti.

Me acomode a su lado, mientras que coloco las manos en sus mejillas, tiene los ojos rojos, pero siguen siendo los ojos que quiero ver toda la vida.

—A nunca me haz perdido, yo no estoy con nadie, por que quiero estar contigo. Eres la única mujer que yo amo y necesito y sin ti he estado tratando de sobrevivir pero siento que no voy a poder sobrellevarlo mas; así que no eres un estorbo, jamas vas a serlo.—coloco mi frente con la de ella—Así que si, si tu en un futuro quieres saltar de un puente, yo quiero saltar contigo.

—¿Me perdonas?—Alza la mirada a mi.

—No tengo nada que perdonarte.

Solo como amigos (+18) COMPLETO ✅Donde viven las historias. Descúbrelo ahora