Leah.
Semana 16.
El fin de semana había pasado, era lunes; Day había dicho que se regresaría hasta el fin de semana, así que me despierto para ir a la Universidad ella sigue perdidamente dormida.
Salí de ducharme, me trate de vestir con mis jeans habituales, pero en el momento en el que iba a subir el cipper me di cuenta de que este ya no me quedaba.
—¡Wow! te ves hermosa con tu pancita de embarazada.
Me quede anonadada, si bien mi abdomen ya no era el mismo, en este fin de semana creció aun mas notablemente, claramente se podía ver que estaba embarazada.
—Parece que el bebe opina que ya es momento de dejarse ver al mundo.
—Eso parece. —respondí, mientras pasaba las palmas sobre mi vientre, había leído que cuando este comenzaba a crecer iba haciéndose duro. —pero ahora nose como voy a vestirme.
—Puedes hacer el truco de la liga con los jeans.
—¿Como es eso?
De la mesita de noche vi que sostuvo una goma para el cabello color azul; la pasó por el botón y donde se abrocha. Me decidí por una sudadera color crema; me gustaba que siguiera viéndose mi abdomen.
—¿Qué harás en lo que yo voy a la Universidad?
—Saldré de compras.
—Vale, pues pasatelo bien.
Gabo y Laila ya estaban esperándome.
—Wow—digieron cuando salí.
—La princesita ya quiere que la noten.
—¿Princesa?—preguntamos Laila y yo al mismo momento.
—Ah, es que estoy muy seguro de que va a ser niña.
—No, va a ser niño. —lo ataca Laila.
Antes de que comenzaran a discutir como lo hacían siempre, abrí la puerta para que saliéramos.
Cuando llegamos a la Universidad me quede fria al ver a lo lejos a Erick con Alec y otro chico. Decidí cortar camino, para ir a mis clases.
—Los veo después.
La tercera clase ya había terminado, por fin había entregado mi tesis, era el proyecto que debía entregar en este mes, para que pueda corregirlo si es que me equivoque en algo.
<<Espero que no, porque debo de ir buscando un trabajo>>
Llegue a la cafetería de la universidad, se me antojaba una malteada de mango con nuez.
—Cuando me lo dijeron no podía creerlo, pensé que era mentira.
Recibí la bebida y me di la vuelta.
—¿Qué quieres Leonardo?
—Felicitarte por tu...embarazo. —Era ironía, lo sé, se le notaba en la forma en la que estaba mirándome, con rencor y odio.
—Pues gracias—le respondí, no me apetecía seguir perdiendo el tiempo.
—Vaya que es gracioso.
—¿El qué?
—Que te hayas dejado embarazar por un idiota—me miro de arriba a bajo—según recuerdo tu no querías tener hijos...
—Cambie de opinión.
Chasqueo la lengua.
—Esa no es cualquier decisión. —necesitaba decirle algo para terminar con esta situación—... y según tú, yo era el manipulador ¿no?; creo que Erick es el verdadero manipulador ¿no?
—Erick no me manipula.
—Eso es negación.
—Te estoy—<<No debo por que darle explicaciones>>—no tengo por que estarte explicando nada, tú y yo ya no somos nada, así que deja de meterte en mi vida de una buena vez.
—Esta bien, pero recuerda que si tu no estas conmigo, no vas a ser feliz.
Volvió a mirarme, sonrió de lado y se fue.
Apenas salí de la cafetería choque con;
—Sabía que te encontraría aquí.—me detuve en frio cuando escuche su voz, la cual hace muy poco era mi sonido favorito.
Lo tengo a pocos metros de distancia, a decir verdad no puedo negar que aun provoca que mi corazón se acelere. Al igual que puedo recordar el dolor de lo que me hizo.
—¿Qué quieres?—lo enfrento. Trato de mantenerme serena.
—Tenemos que hablar.—Trata de tomarme por el brazo, pero yo me zafó de su agarre.
—¡Yo no tengo nada que hablar contigo,Erick déjame en paz; ve a revolcarte con la estúpida con la que me fuiste infiel!
—Entiende que yo no te engañe.
—Por favor, no seas un patán y acepta tus errores.
—Lo aceptaría si lo hubiera hecho, pero yo nunca te he sido infiel.
Lo mire y ansíe creerle, pero no lo hago. Ya no puedo creerle, cuando esta persona ya me lastimo dos veces.
—No te creo. —le sostengo la mirada—no voy a volver a caer en tus mentiras.
Lo vi soltar el aire.
—Lo importante es que estés tranquila, al bebe no le hace nada bien...
—Hasta que hablas del tema, pareciera que te importa.
—Me importa. Y si no piensas perdonarme, bueno pero voy a estar cerca de mi hijo.
Si, bien se que es algo que no puedo prohibirle, a pesar de todo es su padre.
—De eso hablamos después tengo que irme.
Cuando llegó no hay nadie en el apartamento, bueno eso creo hasta que veo a Day en la habitación la cual tiene la cama llena de ropa para bebe;
—¿Qué es todo esto?
—Quería ser la primera en hacerte un pequeño regalo, bueno a mi sobri.
—Están increíbles, son de color Blanco, uno con una Jirafa, de Oso.
El simple hecho de ver e imaginar a mi bebe, se me hace un nudo en la garganta y las lagrimas comienzan a formarse.
—Va a ser el bebe más querido de todos, ya lo veras.
El resto de la tarde seguimos viendo la ropa y le habla al bebe diciéndole que sera un pequeño o pequeña muy guapo.
Cenamos con los chicos y cuando termine, me retire al cuarto, diciendo que estaba algo cansada y que quería dormir.
Pero, la verdad es que quería leer algo que tenía ya como pendiente.
Saco la hoja doblada de abajo de mi cajón.
Respiro antes de abrirla.
"Mi querida Leah, si te dieron esto lo más probable es que yo ya he muerto, tanto tú como yo sabíamos que iba a suceder. Tal vez en otro momento estuviera angustiada por dejar a mi hijo, tal vez sea un adulto y aunque a veces se haga el fuerte ambas sabemos que tiene un corazón noble, el cual te ama; porque se que lo hace.
Se que cuando ya no este tu vas a estar a su lado y Erick podrá superar mi muerte mas rápido. También se que en este momento estas asustada por estar embarazada, porque aun eres joven, pero créeme que apenas escuches los latidos de su corazón lo vas a amar tanto. Tal vez no estaba en tus planes tenerlo, pero piensa que es un ser que te eligió como su mamá.
Tal vez tu decisión sea no tenerlo y no quiero ni imaginármelo, pero también voy a respetar tu decisión Leah.
Bueno, a este ser mi último mensaje para ti; solo espero que tengas una vida feliz con mi hijo, que demuestren que su amor es mas fuerte que cualquier cosa.
Hasta siempre"
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Solo como amigos (+18) COMPLETO ✅
Novela JuvenilUna venganza lo comenzó todo. Un beso encendió esa llama que todos guardamos en el fondo de nuestro ser. Dos desconocidos...que en una sola noche se dejaron llevar pensando en que no se volverían a ver ¿verdad? Un acuerdo en el que el placer es e...