Dot I

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Todo de repente había cambiado, el silencio en Flik se hizo notable después del baile de Primavera; y no era la única en darse cuenta de la apatía que cubría aquel rostro antes risueño. Aunque intentaba siempre esconderlo, no había fuerzas en aquel espíritu para al menos fingir bien. Hopper lo apartaba a veces a zonas poco transitadas de los pasillos y en uno de esos intentos, Dot decidió seguirlos a escondidas.

"Flik, ha ocurrido algo y no puedes mentirme, se ve desde lejos que no estás bien", Hopper interpuso su cuerpo entre la pared, dejando a Flik acorralado, creaba tensión en la mente de la niña.

"Ya lo he dicho antes, es lo mejor para todos que siga así", Flik intentó salir pero fue empujado suavemente otra vez a su sitio.

"Pero explícame el qué es mejor, ¿Qué parezca que cualquier dia de estos me entero que has decidido ir por la vía fácil y huir, o peor aún...", la mirada del saltamontes se volvió severa solo por unos segundos hasta que decidió resignarse a volver a la calma de antes sobretodo al ver la mirada de preocupación de Flik. " Eres lo único que mantiene firme este lugar y la mente de Dot"

La Princesa se arrimó más a la esquina cuando escuchó su nombre. Curiosa, observa como la cabeza de la hormiga es escondida en el pecho de Hopper, quien lo abraza sin pensarlo. No pudo evitar sentir la impotencia de no poder hacer nada por su amigo, sufría tanto al ver a Flik de esta forma y no quería que volviera a abandonarla como la última vez que cuando supo que no estaba, fue como si la realidad se encontrara difuminada y una sensación de vacío que nunca había vivido, devoraba su interior hasta que pudo sentir como su cuerpo se debilitada y parecía ceder a la gravedad sin apenas esfuerzo. No deseaba volver a vivirlo, por ello, sus ojos brillaron por una humedad incapaz de expulsar.

"No es verdad, este lugar se está derrumbando por mi culpa...", alzó la mirada al gran insecto, "Les doy asco y eso los está asustando...a todos", Hopper con sus dos manos agarró la cara de Flik exigiendo saber de dónde había sacado ese pensamiento. "Atta... La Reina, siente como se está creando una mala imagen hacia ella por mi. Y ella sabe que si sigo...", Hopper lo abrazó sin dejarlo terminar pero Flik entre los fuertes brazos del saltamontes, continuó. "Nos echará si ve que termino llevando a que los demás se vuelvan en contra de su liderazgo".

"Calla", dijo con fuerza Hopper mientras intentaba hacer del abrazo un lugar tranquilo para la hormiga. "Ella es joven y principiante en esto, estará tan asustada como tú y no sabrá distinguir las opiniones, de un reino en su contra, tranquilo", un gritó lo asustó por sorpresa.

"¡No!", Flik se negó a aceptar esas palabras, todo el peso de esos días se encontraba abriendo, haciéndose paso a través de las fisuras que sufría su corazón por toda esta vida en la que no era posible que existiera la aceptación de los demás. "¡No puedo perder a Dot!"

"Relájate, Flik, no la vas ha perder", Hopper intentó que la hormiga bajará la voz.

"¡Y tampoco a ti!...sois lo único que tengo...", las suaves garras de Flik se arrastraron con fuerza al rededor de los pinchos en la espalda de Hopper, dejando pequeñas marcas en aquel exoesqueleto marrón otoñal.

"Flik", Hopper intentaba agarrar los brazos para evitar que llegaran a alguna zona delicada de sus alas.

"¡Estoy muerto sin vosotros!". Se hizo un silencio atronador en el lugar, pero poco tardó para que empezaran los llantos de derrota de Flik, quien se dejó caer al suelo y solo pudo ser salvado de tocar el suelo con sus rodillas, por Hopper que había conseguido agarrarlo con más fuerza mientras dejaba que el joven se desahogara en uno de sus hombros. Los sonidos llegaron a ser tan desgarradores para el gran insecto, que Dot pudo ver como este hundía su cabeza en el hombro de Flik y como aquella espalda que siempre permanecía recta, con una cabeza en alto, ahora se encontraba hundida, encorvada en una especie de derrota.

Todos Como Uno SoloDonde viven las historias. Descúbrelo ahora