Han pasado tres años, cuatro meses, dos días y un par de horas desde el primer momento en que lo vi.
El chico más hermoso que he visto.
La ruina absoluta de mi existencia.
Adaptación del libro "A Millon Kisses In Your Lifetime"
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Lo espero afuera del frente de los dormitorio, irracionalmente nervioso.
Ansioso.
Palabras que normalmente no uso para describir cómo me siento.
Intenté enviar mensajes de texto a Jimin anoche, pero no respondió mucho. Incluso fue distante.
Le echó la culpa al trabajo que terminó y a todo lo que estaba estudiando para el examen final de Historia, pero no lo sé.
Se siente como si algo estuviera mal.
Simplemente no puedo señalar qué.
Él también estaba un poco extraño ayer, y todavía no estoy muy seguro de por qué.
Entiendo que estoy actuando diferente, y entiendo por qué. Pasar todo el fin de semana con é{, tener sexo con él, carajo.
Estoy obsesionado. Lo quiero de nuevo.
No puedo dejar de pensar en él.
Ayer no podía dejar de tocarlo. Quería que todo el maldito mundo supiera que él es mía. Que me pertenece.
Usar ese maldito anillo de pureza que su padre le dio en una cadena alrededor de mi cuello me pareció lo correcto.
Antes de salir de la cabaña, lo encontré en la mesita de noche y lo agarré, deslizándolo en mi bolsillo. Olvidé decirle que lo tenía, y cuando entré a mi habitación esa tarde y me quité la ropa para darme una ducha, el anillo cayó al suelo con un suave sonido metálico. Lo agarré, sosteniéndolo a contra luz, mientras se formaba la idea.
Lo que simboliza el anillo, él ya no lo es.
Debido a mí.
Merezco usar ese maldito anillo alrededor de mi cuello.
Tal vez a Jimin no le guste que haya hecho eso, pero no quiero devolvérselo.
Sin embargo, si lo quiere de vuelta, se lo daré.
De mala gana, pero lo haré, no puedo negarle nada a él.
Las puertas se abren y sale un grupo de omegas, pero no son Jimin.
Les sonrío sombríamente cuando pasan a mi lado, un par de ellos diciendo buenos días.
Miro la hora en mi teléfono y me doy cuenta de que llega más tarde de lo habitual.
¿Dónde está mi omega? Que incluso piense en él como mi omega es alucinante.
No nos hemos hecho una relación oficial, pero soy serio.
Me preocupo por él.
Estoy preocupado por él. ¿Dónde está Jimin?
Las puertas se abren de nuevo y él aparece.
Lleva el abrigo negro esponjoso y las Mary Janes en los pies, las piernas cubiertas con medias de lana blanca.
Él me ve casi de inmediato, su expresión es ilegible y el miedo me consume mientras se acerca. Jimin no está sonriendo. Sus ojos están bordeados de rojo. Me acerco a él, alcanzándolo, pero él se aparta de mi agarre.
