¿Cómo podría explicar los siguientes dos días juntas? Ummm, si.
La tensión cortaba el ambiente.
Comían juntas, caminaban al lado de la otra, incluso fueron a la playa. Pero esas tres noches durmiendo abrazadas y dándose cortos besos, estaban causando muchísima ansiedad. Sobre todo porque cuando despertaba en la madrugada y la veía aferrándose a ella, colando su mano por debajo de su blusa para sentir el calor de su piel, deseaba muchísimo despertarla a besos y con muchas otras cosas más.
Pero suspiró.
Debía esperarla.
Le resultaba gracioso e interesante que Jisoo se tomara su tiempo para estudiar cada sentimiento que Rosé le causaba, no por nada era la directora de planificación.
Rosé la atrapaba mirándola con el ceño fruncido muchas veces, y le daba una sonrisa.
Estaba claro que se gustaban. Y mucho. Rosé se lo hacía con cada toque, mirada y caricia que compartían. Jisoo solo negaba con la cabeza riendo.
Lo más difícil sería volver al trabajo después de este fin de semana juntas. Rosé ya había memorizando una posición en la que sus cuerpos encajaban perfectamente y podía dormirse sumamente rápido. El sabor natural de sus labios, tan adictivos ocupaba toda una parte de su cerebro, solo reservado para ella. Había memorizado su olor hipnotizante y ese sonidito que hacía cuando estaba a punto de levantarse.
Se le hacía ridículo pensar en ella solo como su jefa, era imposible.
En un mes y medio había sido suficiente para enamorarse de ella. Y seguramente para Jisoo también, pero su disputa interna era demasiado fuerte para dejarse llevar.
Justo en ese momento estaban despertando para tomar su vuelo de regreso a Australia, Jisoo abrió los ojos para encontrar a Rosé muy cerca de rostro mirándola con adoración.
Jisoo rodó los ojos riendo y Rosé fue rápidamente a dejarle y rápido beso en los labios antes de salir corriendo.
La pelinegra pestañeó dos veces viendo el celaje que Rosé había dejado a salir de la habitación y fue detrás de ella para encontrarla comiendo su desayuno muy sonrojada.
Solo se encogió de brazos.
-A veces eres muy atrevida.-y Rosé sonrió- Buenos días para ti también.
Fue hacia ella y besó su cabeza.
-Habia que intentarlo.-dijo riendo.
Jisoo negó con la cabeza y se unió a ella en el desayuno.
-Tenemos que estar listas en dos horas para que el auto nos pase buscando.
Roseanne asintió mientras seguía comiendo, algo nerviosa por lo que significaba volver a su trabajo.
Debía hacer la pregunta.
-¿Cuando lleguemos a Melbourne... tu... cambiarás conmigo?
Jisoo había parado de comer para verla, estaba casi escondida entre su cabello, encogida en su asiento evitando verla a los ojos.
-No es como si no hubiera pasado nada mientras estuvimos aquí.-continuó.
La mayor se mordió el labio.
-No cambiaré contigo.-Rosé la miró- Pero iré lento ¿esta bien?
¿Qué?
Rosé parecía estar escuchando mal ¿o demasiado bien?
-¿Eh?
Jisoo rió.
-También lo sentí, Rosie. Pero no voy a apresurarme con... esto que siento.
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Yes, Miss Kim | Chaesoo
FanfictionKim Jisoo es la encargada de planificación de una de las mejores empresas de Seúl, tan buena, que en su segundo año en la empresa se convirtió en la encargada de formar a los pasantes, en este caso... una rubia llamada Rosé en su último año universi...