Hace varios o sepa cuando, Splinter se fue de vacaciones con la excusa de ir a Japón a entrenar a la friki de April O'Neill y de paso a Casey Jones.
¿Que malo puede pasar?, ¿no?.
Eso preguntale a Leonardo, el líder azul de la manada, quien ahora p...
Era una noche cálida y raramente extraño para Leonardo, quien estaba acostado en su cama, mientras tenía su celular en la mano. Ya pasaban de las 12 de la noche y aun seguía despierto.
Quería saber por qué sentía aquellos olores que emanaban sus hermanos, no podrá tener sentido pero a la ves sentía excitación por ello. Buscando en páginas para saber que tenía y cual era la solución, si era necesario buscaría aquellas páginas de adultos, donde podría aliviar tantito su estrés de ahí abajo.
Cada ves que se acercaba a sus hermanos, sentía su olor dulce. Era casi imposible no sentir emociones sucias y también imaginación, donde el podría ser el Semental del grupo, tenía gran ventaja era sumamente más fuerte. Se imaginaba con alguno de sus hermanos, tocando su verdoso cuerpo y dándole con todo. Aunque eso no pasaría, por que, tenía miedo que sus hermanos lo vieran como un loco maniático.
Así que, busco maneras de complaserse. Buscando algunos videos y sintiendo emociones que nunca había sentido después de que lo asignarán como líder.
Seguro iba ser una noche muy linda para el <3.
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A la mañana siguiente, Leo se había levantado de su cama, asegurándose de quitar la sabana para echarla en el bote de ropa sucia. Para así, que nadie se diera cuenta.
Acomodo su cama y se puso su equipamiento ninja, también como su bandana o máscara. Cuando estaba por salir, olfateo un olor dulce, seguramente podría ser uno de sus hermanos, aunque este se sintiera fuerte el olor. Podría suponer que alguien se había echado perfume, pero aquel olor era más fuerte para Leo.
Para el azul fue algo impresionante que un olor tan dulce sea tan fuerte, podría saber de quien sería de aquel olor. Sin más, fue al laboratorio donde provenía, al abrir la puerta sintió una oleada de fuertes olores dulces como a Cafe; sintiendose extrañamente excitado..
— ¿Donnie? — pregunto Leo, queriendo llamar la atención de su hermano.
— Uhh... Hola Leo — contesto Don, apareciendo atrás de el.
— oh, pensé que estabas ya sabes "ocupado" — hizo una pequeña sonrisa traviesa.
— Muy graciosito Leo, ahora no tengo tiempo. Tengo que reparar algunas cosas — respondió cortante, aunque su olor se hacía más presente.
Leonardo sentía esas oleadas de aquel olor a Café, sentía que sus mejillas se calnteban y sus pupilas se dilataban.
— Jumm... Esta bien, llamame si me necesitas — dijo para darse la vuelta.
— ¡LEO!, Creo que necesito una pequeña ayudita — Don de tubo a Leo, agarrandolo del brazo.
Gracias a ésto, el olor se impregnó en la nariz del azul intentando no sentirse peor de lo que estaba.
— O-Okey.... Te ayudo D — intento calmarse un poco, aunque se sentía extraño...
Sin darse cuenta, la puerta del laboratorio estaba cerrada con llave.
