q u i n c e

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Cinco meses después...

POV's CHARLIE:

El momento en que Babe despertó me tomó completamente por sorpresa, estaba tratando de dormir mientras sostenía su mano cuando sentí un pequeño apretón. Inmediatamente me levanté y noté como sus párpados se movían lentamente, hasta que al fin abrió sus ojos.

Hoy, cinco meses después, me encontraba junto a él siguiendo todas las órdenes que me daba sobre donde ubicar los nuevos muebles que habíamos comprado para la habitación de nuestro próximo bebé.

— ¿Te parece que eso está bien ahí? —me preguntó con su lindo ceño fruncido—.

— ¿Entonces si está bien? —pregunté confundido—.

— ¡Charlie! —se quejó—. Claro que no está bien, ¿acaso quieres que me golpee la cabeza cada vez que intente sacar al bebé de la cuna?

— Lo siento.

Escuché la risa de Kim desde la otra esquina de la habitación, y me giré a verlo molesto.

— ¿Qué? —preguntó con una sonrisa burlona en el rostro—. No es mi culpa que seas un inútil en la decoración.

De la nada algo voló por la habitación y golpeó su cabeza con fuerza.

— ¡Mierda! —se quejó—. ¡¿Por qué me lanzaste eso?! —miró a Babe—.

— Nadie se burla de mi novio —lo señaló con un dedo—. Excepto yo.

— Maldito embarazado hormonal —escuché que murmuró y se giró para seguir arreglando una estantería—. Eso me gano por querer ayudarlos.

— ¡¿Qué dijiste?! —Babe gritó—.

— ¡Nada!

...

Después de pasar la mañana arreglando la habitación finalmente nos reunimos todos en nuestro gran patio, Alan y Jeff llegaron un poco más tarde ya que salían de la revisión mensual del embarazo de mi hermano.

— ¿Cómo va todo? —pregunté mientras acariciaba su abultado estómago—.

— Muy bien —me sonrió—. Mi pequeño Fiat está creciendo muy bien.

— Me alegro de escucharlo —lo abracé por los hombros—.

— ¿Y cómo va todo con Babe?

— Bueno, su humor sigue siendo muy cambiante —reí—. Pero con respecto al bebé todo está bien.

— ¿Y ya saben si será hombre o mujer?

— Babe no quiere saberlo hasta el nacimiento —suspiré—.

Jeff iba a decir algo, pero un extraño ruido llamó nuestra atención, seguido del grito de Babe.

— ¡Bunnie no! —se quejó mi novio—. ¡Ese era mi trofeo favorito!

Nuestra pequeña bebé acababa de aparecer con uno de los muchísimos trofeos de todas las carreras ganadas por Babe en la mano, totalmente destrozado. No mentiré al decirles que realmente aún seguimos tratando de enseñarle a controlar su don, incluso mi suegro ha tenido que venir un par de veces para tratar de ayudarnos con ello. Pero cada vez que creemos que había un proceso en su entrenamiento, simplemente parecía que su fuerza incrementaba de la nada, y eso nos hacía retroceder.

— ¡Mamá! —le devolvió el grito nuestra pequeña mientras se reía—.

— Esta niña —se quejó y se sentó en uno de los sillones esperando que Bunnie corriera hacia él—.

Bunnie ~ CharlieBabeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora