Capitulo VII

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Hacia un día como cualquier otro, y una vaga sensación de algo olvidado me persuadía, vivir con ello temía, pues la inseguridad no es benéfica. Entraba al plantel «"Definir es limitar" -El retrato de Dorian Gray"» y todo empezaba de costumbre, excepto que la desvelada del día anterior me oprimía. Camine hacia mi primera clase sin expectativas aparentes, estaba apunto de entrar al salón cuando sentí un toque en el hombro.
-Hola Sam- era Jake.

-Hola.

-Oye, ¿Porque no...? ¿Te desvelaste anoche?

-¿Tanto se nota?

-Pues... no tanto, supongo que es normal ahora... -«¡Qué es normal! ¡El sabe bien que...!» - creo que ya va a empezar la clase ¿no crees?

Trate de ignorarlo el resto de las horas siguientes,  se supone que era mi mejor amigo... ¡Como es posible que diga que es normal desvelarse!... Desde que nos conocimos supo que era difícil que me desvelara, amenos que sea extraordinario como alguna fiesta o la tarea. «No lo puedo creer, ¿Más trabajo del que ya tengo? ¡No puede ser posible!».

Era verdad, mientras más pasaba la semana más trabajo agregaban, ni tiempo me sobraba para entablar una conversación con Jake ni con alguien más, y la mayoría de las horas me la pasaba en la biblioteca sola, si... es difícil ahora se encuentren más personas en la biblioteca más que la bibliotecaria y una chica o algún profesor. ¡El mundo está siendo un fiasco!. Por más que me acomodara algo tendría que desajustarse para  estropearlo todo, bueno casi todo.

La jornada había terminado y me disponía ir a mi hogar a terminar una última investigación pendiente cuando al desactivar el modo silencio de mi celular me topé con... «¡Liz! En la cafetería de mi calle, !en la tarde!» Le comenté a mi mamá que me dirigía a la cafetería de la esquina para encontrarme con mi amiga Lizeth, (No puedo ocultarle nada a mi mamá). Cuando llegué allí Liz  todavía no llegaba y pedí un eskimo de rompope mientras me encontraba con ella.

Seguí esperando, y esperé unos quince minutos más, revisé el celular, nada. «¿Qué habrá pasado? ¿Liz se encontrará bien?» le mandé mensaje, nada. Empecé a realizar lo que me quedaba de tarea, «La investigación, distráete con algo, está bien, no empieces a sobre pensar ¿okey? Liz talvez solo tuvo un pequeña discrepancia, está bien».

-Ho~hola le ¿le puedo ofrecer algo más? Señorita.

-Oh, nada por el momento, gracias- agregué sin ver al ayudante.

-¿Espera a otra persona, disculpe...?

-Mmm si, aguardo a que me encuentre con una amiga.

-Claro, cualquier cosa estamos a su orden- respondió aliviado.

-Gracias- se retiró y seguí con lo postrero de mi investigación. No esperaba alguna cosa fuera de lo común más que a mi amiga, que ya se había demorado bastante en venir. No hasta el momento de escuchar lo que me partió el corazón...

"Tú sigues siendo la prueba
De que hay victorias que se pagan con dolor
Que en el amor y en la guerra
Todo vale

Saltaste tú de primera
Dejando un barco que al final nunca se hundió
Yo me quedé las sirenas
Tú te ahogaste..." (Amor Con Hielo, Morat)

Borrosos Recuerdos Where stories live. Discover now