Belén estaba a cargo de las redes sociales en la agencia San Román, necesitaba estar enterada de todo lo que sucedía alrededor, de las noticias más recientes, incluso si ella tenía que hacer que pasen....
Aurelio Casillas era un nombre que había escuchado mucho últimamente y eso la tenía intrigada, ella estaba pendiente de todo aquello que la "bestia" hacía y las secuelas que sus actos dejaban en la sociedad.
Tenía que saber quién era él, lo había visto a lo lejos en fotografías y escuchado mil historias sobre él de boca en boca ... Necesitaba conocerlo, su naturaleza curiosa deseaba conocer a aquel hombre.
Así que agendó una cita con él, los contactos a su alrededor se lo habían hecho realidad, el martes a las 4pm en punto y tenía una dirección, por alguna razón el simple hecho de que todo aquello fuera tan real, la mantenía en un estado de nerviosismo, era una mujer fuerte y toda su vida había vivido con personas como Aurelio, pero de todas maneras, cuando recordaba aquella cita, sentía un nudo en el estómago.El día por fin llegó, se arregló especialmente hermosa ese día, quería causar una impresión y lo hizo... Al llegar a la cabaña un par de ojos depredadores le recorrieron el cuerpo, Aurelio definitivamente era más de lo que decían de él, se dieron la mano presentándose ...
"Buenas tardes señor Casillas, mi nombre es Belén, un gusto por fin conocerlo""El gusto es mío Belén" le apretó la mano y luego la subió a sus labios para besarla.
Estuvieron platicando frente a frente en el estudio de Aurelio, él pensó que sería otro de esos periodistas que iría a criticar todo el desastre que tenía en la ciudad, pero Belén más que nada parecía intrigada.
Al pasar el tiempo la entrevista parecía volverse más personal, dejó de lado el caos que él estaba causando en la ciudad y se tornó en gustos y fantasías... Aurelio se vio más interesado, contestando todas aquellas preguntas, conforme pasaba el tiempo, la luz fuera de las ventanas se iba disipando, y ella se puso su gabardina pues sentía frío..."Veo que tienes algo de frío, encenderé la chimenea" se movió hacia dicho lugar sin dejar de mirarla, ella sentía un escalofrío recorrer su cuerpo cada vez que él posaba su mirada en ella.
Aurelio se sentía atraído como un imán por aquella mujer, era hermosa, astuta y tenía algo en su mirada que lo tenía enganchado desde la primera vez que posó sus ojos sobre ella.
Al volver a su escritorio ella se le quedaba viendo con una mirada diferente..."qué? Tengo algo en la cara?" Ella simplemente sonrió mientras dejaba escapar un sonidito de su risa pícara entre sus labios... "Me encanta tu sombrero... Puedo?" Le dijo mientras apuntaba al sombrero de Aurelio... Éste asintió con la cabeza y Belén se inclinó hacia adelante dejando ver (a propósito) su escote en el proceso; tomó delicadamente el sombrero y se lo puso de una manera altaneramente sensual en su cabeza.
Aurelio parecía atontado por aquella acción, el verla así, con su sombrero, era casi igual que verla con su camiseta puesta después de una noche de pasión... Era irresistible verla de esa manera, se levantó de golpe de su silla y sobresaltó un poco a Belén, se acercó a ella con esa mirada de depredador en los ojos, estando frente a frente, sin nada entre ellos la vio tan pequeña que podría cargarla como si nada y aventarla en su cama... Pero por ser la primera vez que la veía prefirió esperar a ver su reacción... Ya habría otras ocasiones en las que pudiera hacer lo que quisiera con ella, hoy sería gentil.
"Has de ser muy buena en la cama" le dijo él, ella sólo volteó su cabeza hacia un lado y le sonrió, esa sonrisa malévola que le hacía hervir la sangre... Quería quitársela de la cara con un beso y eso hizo... La tomó por la cintura y la fundió en su cuerpo, sacando un grito de sorpresa de Belén que pronto se convirtió en un gemido de placer, la lengua de Aurelio era tan hábil como cuando hablaba... Él saboreaba sus labios como su fueran un caramelo y ella lo agarro de su chamarra acercándolo y bajandolo más a su altura, saboreando su boca mientras acariciaba su cabello corto.
Finalmente la falta de oxígeno los hizo separarse, y ella abrió los ojos y lo miró fijamente, Aurelio podía ver cómo sus pupilas estaban completamente dilatadas, él sabía que sus ojos reflejaban lo mismo, pues sentía el mismo deseo que ella, la agarró de la gabardina y se la arrancó de sus brazos en un movimiento... La tiró hacia un lado y tomó a Belén de la cintura hasta dejarla al borde del sofá detrás de ellos... Sus manos bajaron por los costados de ella, recorriendo sus curvas hasta llegar a sus piernas, la levantó y se agachó para tenerla acorralada entre su cuerpo y el sofá, ella soltó un sonido de sorpresa pero no era desagradable...
"Ahora entiendo porqué te dicen la bestia" trató de tocarle el rostro y besarlo, pero ella lo detuvo y le ató las manos arriba con el cinto de su misma gabardina... "Yo estoy al mando" le dijo él con un gruñido en su voz, mientras bajaba de nuevo a la altura de sus piernas y olía su cuerpo, ese dulce aroma que quedaría grabado en su memoria por el resto de su vida... "Lo siento, pero ahora no te puedo dejar escapar... Serás mía ésta noche"...

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Amores que matan
Fiksi Penggemaruna serie de pequeñas historias que involucran a nuestro dúo dinámico haciendo de las suyas el uno con el otro