Anti-depresión | [Fang x Edgar] AU

Starr School

Era una rutina diaria para Edgar levantarse a las 6:00 de la mañana, bañarse y alistarse para la secundaria desde el año pasado, a pesar de su estilo gótico se veía presentable, y claro que no olvidaba de terminar su oufit con su bufanda rayada.

Salía de su casa y llegaba un poco somnoliento a la institución Starr School, la más famosa de su ciudad. Y es que aquel colegio no solo tenía buenos profesionales capacitados en la enseñanza, sino que también ofrecía talleres extra, entre ellos deportes, la música, actuación... ¡Y hasta botánica!

Era recurrente ver estudiantes nuevos en su escuela, algunos llegados de todas partes del globo.

Starr School lo tenía todo y sobretodo era genial. Sin embargo, cierto alumno un poco amargado y amante del color negro aún no experimentaba la emoción de ser parte de su colegio. Y es que Edgar no tenía amigos.

Al sentarse en su pupitre, que estaba un tanto alejado de los demás, notó alboroto entre sus compañeros de clase.

—¡Sí, yo también lo escuché! Dicen que vendrá desde China. ¡Es tan genial!

Genial, otra vez esa palabra.

—¡Claro que es genial, Chester! Además, no habíamos tenido un estudiante nuevo en algo de tiempo.

Edgar alcanzó a escuchar algo de la conversación de sus compañeros, pudo intuir rápidamente que se trataba de un alumno nuevo llegado de China. Bastante inusual, la verdad.

Prefería no involucrarse en los asuntos de los demás colegiales, que ya se encontraban discutiendo sobre si aquel compañero sería hombre o mujer. Cosas de adolescentes.

Sin darse cuenta se había quedado mirando a la puerta del salón.

Y entonces la vió.

Rápidamente sus pupilas se dilataron y su olfato pudo detectar el perfume de la chica.

Era Emz, aquella joven, la más popular.

Y sí, Edgar estaba flechado por ella.

Su corazón dió un ligero salto de emoción al cruzar miradas con la pelimorada, se sentía surreal... Sin embargo, este se esfumó al ver que ella se fue directamente a conversar con Poco, su novio.

Novios... ¿Novios? ¡Sí! Casi todos en su clase estaban enamorados de alguien o tenían pareja, incluso su hermana, aquella chica un poco loca y eléctrica, Colette, quien salía con Spike.

¿Qué se sentirá ser novio de alguien? No lo sabía y no conocía el amor al derecho y al revés, era un adolescente qué admiraba la belleza de alguien más, no estaba enamorado como él creía.

El profesor ingresó y su presencia hizo poner en orden al salón, ahora todos se encontraban correctamente en sus asientos.

—Como ya saben... —mencionó el profesor Byron acomodándose sus lentes— un nuevo estudiante se integrará a nuestro grupo, espero que se lleven bien con él, es bastante inteligente y capaz. Ven, entra hijo.—miró hacia la puerta e hizo una seña con la mano.

Entonces todos lo vieron, Janet y Buster tenían razón al decir que sería un estudiante varón. El chico era peculiar y atractivo.

Edgar observaba con atención al joven: tenía los ojos un tanto rasgados, de piel pálida, el cabello entre morado oscuro y negro, y su musculatura era marcada pero sin exagerar.

—¡Buenos días a todos! Soy Fang, espero llevarme bien con todos ustedes. —mencionó en voz alta haciendo una reverencia.

A pesar de ser nativo de China hablaba bastante bien el español y además se veía buena gente.

Fang se sentó en uno de los asientos libres de al fondo, no tan lejos de Edgar y adyacente a Buster.

La clase de química con Byron, profesor y padre del pelinegro, transcurrió con normalidad. Pero llegó el recreo. Y Fang sabía que era su oportunidad de hacer amigos, para él no era ninguna molestia.

Se acercan la mayoría, e incluso Mandy (por insistencia de Chester) a conversar con el pelimorado. Todo iba bien. Edgar no tenía planes de hablarle, se encontraba escribiendo sus pensamientos en aquel diario qué guardaba con recelo.

Pero esta vez su día correría diferente. Fang se había dado cuenta de que el de bufanda estaba solo, entonces se le acercó.

—¡Hola! ¿Cómo te llamas?

Sorprendido y un poco incómodo Edgar reacciona ante la cercanía de Fang, quien se encontraba apoyando los codos en el pupitre del pelinegro.

—Soy Edgar. ¿Tú eres Fang, no?

—¡Sip! —menciona Fang alegre— realmente me gusta tu estilo, te ves diferente. —dijo con un pulgar arriba y una sonrisa... Demasiado resplandeciente a los ojos de Edgar.

—Vaya... ¿Gracias?

—Uh ¿qué escribes, amigo? —señala el cuadernito decorado de imágenes de los Bad Randoms. —Oh, espera, te gusta esa banda? —pregunta bastante animado esperando una respuesta positiva.

—Eh, sí, son bastante buenos, sobretodo Buzz...

—¡Buzz también es mi cantante favorito! Wow, tenemos mucho de que hablar, Ed.

Era la primera vez que alguien -qué no sea de su familia- le ponía un apodo tan rápido, a pesar de conocerse poco se sentía reconfortante... E incluso cálido.

Amigos... Quizá Fang no era tan malo.

Siguieron charlando sobre temas triviales hasta que terminó el receso. Edgar lo estaba logrando, estaba haciendo un amigo. Por otro lado, Fang estaba más que feliz de conocer a alguien con tan buenos gustos. Ambos estaban satisfechos y claro que Edgar escribiría esta nueva situación en su diario.

—Muy bien chicos, empecemos con la clase. —Menciona Belle, la profesora de historia. Le gustaba la historia de Estados Unidos con el viejo oeste.

Belle había explicado todo a detalle, esperando que todos los estudiantes anoten los puntos importantes y repasen en sus casas. Edgar ya había hecho sus apuntes y se sentía orgulloso de su orden.

Y así, pasaron las horas y era momento de irse a casa. Algunos se despiden animosamente y otros prefieren ir juntos a sus hogares.

Ese era el sueño de Edgar, algún día tener muchos amigos y disfrutar de su secundaria con ellos, lástima que le costaba socializar y sus gustos no coincidían con la mayoría.

Ver a grupos de amigos como el de Brock, Rico y Max o incluso Fang, que rápidamente se adaptó a la manera de ser de Buster lo hacían sentirse un poco intranquilo. Realmente él quería sentirse querido por sus compañeros de clase... Y deseaba que lo notaran más...

Seguía divagando en sus pensamientos e incluso creando escenarios ficticios en donde la pasaba bien con sus compañeros y Emz, hasta que sintió un débil toque en su hombro.

Volteó.

...

—¿Puedo acompañarte, Ed?

Y otra vez, Edgar es cegado por aquella sonrisa tan resplandeciente.

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Hola!! Nos encontramos de nuevo en esta nueva parte. Wow, poco a poco se irán conociendo nuestros protagonistas, si tienen preguntas también pueden dejarlas en este apartado😆💗 Capítulo nuevo diario! Estén atentos y si te gusta la historia puedes votar!! Hasta aquí mi reporte! Bye! 💝