Anti-depresión | [Fang x Edgar] AU

Vida de pareja y celos (Final +18)

Realmente la vida de Edgar como la pareja de Fang era más que una razón para sentirse feliz y completo, por fin había superado sus traumas personales con la ayuda de su novio, que lo convenció para tomar terapias.

La pareja llevaba ya bastante tiempo, les iba bastante bien, sus amigos los felicitaron cuando comenzaron su relación y ambos se amaban mucho.

Fang había crecido bastante. ¡Incluso alcanzó el metro ochenta! Y sus músculos eran más grandes, fruto del esfuerzo y un arduo entrenamiento, también logró un puesto dentro del club del teatro e interpretó a personajes protagonistas y secundarios en obras tanto escolares como fuera, le ayudaba bastante su porte.

Edgar también había crecido en talla, pero era unos siete centímetros más bajo con respecto a Fang, a pesar de no haber desarrollado una buena musculatura como su novio, también era bastante atractivo por el gran cuidado que le daba a su aún piel pálida, podría decirse que algunas chicas envidiaban la suavidad en su rostro. Algo que al actor lo hacía secretamente orgulloso.

En el colegio convivían con sus otros compañeros y el pelinegro había logrado integrarse mejor en su salón de clase... Y hablando de clase, estaban a nada de su graduación. ¡Pronto irían a la universidad!

Por otro lado, las muestras de afecto eran importantes en su noviazgo: los besos, abrazos y caricias eran bastante recurrentes entre ambos; pero nunca habían llegado a algo más, aunque en el fondo los dos quisieran.

Y por supuesto, esa chispa que los hacía rendirse al contrario una y otra vez, seguía presente en sus perspectivas.

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Edgar se encontraba encima de las piernas de su enamorado. Ambos veían una de sus series favoritas en el cuarto del emo.

—Ed, te amo. —Decía el asiático mientras repartía besos por toda la cara de su chico.

—Fang, es la décima vez que lo dices en el día. —Reía al sentir el cosquilleo en su rostro.

—Es que es la verdad, novio.

El gótico no pudo evitar soltar una carcajada.

—¡No me llames así! —Decía con un tono divertido.

—¡Entonces déjame ponerte un apodo más bonito!

—¿Acaso crees que mi nombre es feo? —Menciona el contrario "enojado".

—¿Qué? ¡Para nada!... Me lo tatuaría en la frente si quieres.

Ahora ambos estallaban en risas.

—¡Ya en serio! Quiero llamarte de una manera especial. —Se quejó el más alto.

—¿Y "Ed" no es especial? —Bufó un poco enfadado.

—¡Es qué ahora todos te llaman así!

—Buen punto...

—Entonces serás... —Hizo una breve pausa antes de continuar. —Mi palomita de maíz.

Edgar trato de burlarse, pero en vez de eso prefirió preguntar la razón.

—¿Por qué "palomita de maíz" ? —Menciona mientras pausaba la serie que hace unos momentos habían ignorado.

«Porque quiero comerte» pensó el karateka, pero prefirió guardárselo.

—Porque sí. —Dijo mientras se acercaba para darle un bonito beso a su novio, quien yacía aún en sus piernas.

¡Mua! Sonó en la habitación.

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A pesar de que Edgar había tomado tratamientos psicológicos, aún tenía la manía de ser un poco egoísta, o más bien celoso, sin llegar a ser controlador, claro.