Inko estaba sola en su casa, deprimida.
No solo por la perdida de su único hijo, por la soledad a la que ahora parecía estar condenada.
Era además que su hijo había muerto a manos de su mejor amigo.
Después de hablar con Mitsuki y exigir respuestas en el caso de su hijo, descubrió que Katsuki usó unos guantes que fueron capaces de volar una pared......y lo utilizó contra su hijo en un ejercicio de entrenamiento.
Sí bien le comentaron que aún no sabían si lo hizo aposta o no sabía que sería tan poderoso, nada de eso le devolvería a su bebé.
Se había excusado con Mitsuki y se había largado a llorar toda la tarde hasta caer rendida.
Luego de despertarse casi sin energía, fue a.......preparar el funeral de su propio hijo.
Se suponía que los hijos deberían enterrar a los padres, no al revés.
Con las pocas fuerzas que pudo reunir y aguantando las lágrimas empezó a marcar el número de teléfono de una funeraria.
Tendría que haber hecho caso a los del tanatorio, la imagen de su pequeño hecho casi carbón y con forma horripilante ya no salía de su mente, no paraba de recordar momentos con su hijo.......
Y apenas pudo empezar a hablar con la funeraria sin que los llantos salieran de su garganta.
Mitsuki no podía parar de sentirse fatal. Llevaba horas tratando de desahogarse pero nunca parecía ser suficiente. Masaru trataba de calmarla, pero lo cierto es que estaba en las mismas condiciones.
Su hijo ahora era un asesino.
Puede que fuera un respondón y casi siempre peleara con su hijo, pero lo quería.
Sin embargo, algo tuvo que hacer mal para que ese fruto de sus entrañas acabara arrebatando una vida. La del hijo de su mejor amiga, ese dulce y tierno niño que se juntaba con su pequeño desde bebés.
Porque incluso si no lo hizo con esa intención, todo eso fue causado por la ira explosiva de su bastago.
Trató de todo para enseñarle a controlarse y que no hiciera daño. Lo mandaba limpiar cuando estaba furioso para que desfogara, le inscribió a clases de boxeo, hasta le regaló una de esas ridículas pelotas anti estrés.
Siempre aviso a los maestros de los problemas de temperamento de su hijo, y ni a ella ni a su esposo les llegó nunca ningún reporte o algo.
Creyó que ya estaba todo bajo control, que solo era un bocazas con mecha corta pero nada que fuera grave para nadie.
Y hoy.......hoy todo se le derrumbó encima.
No paraba de sentir que le había fallado a su hijo, que era responsable de la muerte de Izuku..... Que era parte de la razón del sufrimiento de Inko.
Gracias por el apoyo que está recibiendo está historia. En especial a xxx_876 por sus comentarios.
Me alegra que la estés disfrutando.

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Estaría Bien Si Lo Hubiera Esquivado....
Ficción General"Estará bien mientras lo esquive...." dijo justo antes de lanzar aquella monstruosa explosión que lo cambiaría todo. O un What if de que hubiera pasado si Midoriya no hubiera podido esquivar la explosión masiva del ejercicio héroes VS villanos.