Las cosas se habian vuelto grandes para Erin. Ella no podia olvidar aquella bañera, con un brazo por allí, una pierna por allá...Erin habia hecho todo lo posible para que Nerissa llevara todo esto lo mejor posible. Erin la escuchaba llorar durante toda la noche. Ella sentía que habia perdido a su hija, ya que Nerissa nunca volvería a ser la misma niña dulce y cariñosa. Debia ser tratada con mucho cariño. Nerissa iba a un psicólogo, igual que Erin. Como he dicho al principio, esto era demasiado grande, y no solo para Erin. Habían alquilado un piso hasta que todo se arreglara. Después venderian el viejo y se irían a vivir a otra casa.No habían pasado ni tres dias, y Erin ya estaba lista para volver a trabajar. Lo único que le decían era esto: "No se permiten a familiares trabajar en este caso, aunque nos gustaría. Su reputación en esta ciudad es asombrosa." Ella insistia, pero siempre le decian que no. Erin tenía que volver a su vida normal, pero no podía hacerlo, no le dejaban. El jefe de la investigación no era uno de los compañeros de Erin. Los compañeros de ella no podían hacer nada más. Nerissa no iba a la escuela, ya que le habían dado una semana de "fiesta".
Pasó una semana. Nerissa volvía a la escuela, intentando volver a su vida normal.Cuando Nerissa iba a salir por la puerta, aviso de algo:
- No voy a contar nada en la escuela. Nadie tiene que saber nada de esto. Solo diré que me he puesto mala.¿Te parece bien?
-Haz lo que creas correcto.-dijo Erin- Ya hablas como si fueras una niña mayor...
-¡Esque soy una niña mayor!
-Solo tienes seis años. Ya tendrás tiempo de contar.
Nerissa empezó a reirse. Desde que su padre murió, Nerissa no había sonreido ningún día. Erin se sentía bien al ver que su hija intentaba ser la misma de siempre.Cuando Nerissa salió por la puerta, Erin llamó a uno de sus compañeros, para ver la situación de la investigación, aunque no se le permitia participar.
-Hey, Delsin. ¿Como va todo?-dijo Erin.
-Bueno, no hemos encontrado nada malo.
-Mejor.
-Puede que esto te alegre. El jefe de la investigación se está poniendo malo. Lleva ya 2 días sin venir a trabajar.
En ese momento, Erin recibió otra llamada. Ella avisó a Delsin de que lo iba a poner en espera y habló con la otra persona que estaba llamando.
-¿Si?
-¿Señorita Erin? Soy el jefe de la investigación de la... muerte de su marido. Estoy enfermo, y necesito un sustituto. Como todos instistian en que usted volviera...Mañana a las 9:00 de la mañana.
-De acuerdo.
El jefe colgó. Erin volvió a hablar con Delsin.
-Debeis de haber insistido mucho...me han declarado jefa de la investigación.-dijo Erin
-Vaya suerte...-dijo Delsin.
-Solo te voy a pedir una cosa, Delsin.
-Dime
-Ponme al día.
No todo estaba tan mal como Erin pensaba.Habían encontrado varias huellas por la casa, pero aún estaban buscando.Quedaba poco para que Nerissa llegara a casa para comer. Erin había pensado en hacer unos macarrones con queso, como a su hija le gustaban. Buenas noticias y un buen plato de comida...lo mejor para madre e hija.
Nerissa había llegado a casa, y la comida ya estaba hecha.
-Hola, cariño. Te he hecho unos macarrones para comer.- dijo Erin.
-Ya lo se, mamá. Se huelen desde las escaleras.-dijo Nerissa.
Las dos se sentaron en la mesa para comer. Erin explicó todo lo que le había pasado con el trabajo. Nerissa se puso muy contenta. Las dos notaban que las cosas iban mejorando. Puede que no de la manera que querían,pero...algo es algo.
Nerissa se fue de nuevo al colegio y Erin pasó una tarde tranquila.
La madre preparaba la cena y la hija volvía a casa, feliz.
Las dos cenaron y se fueron a dormir.Erin estaba incómoda, no se sentía muy bien. No conseguía dormirse. Fue a comprobar que Nerissa estaba dormida. Ella estaba durmiendo como nunca había dormido. Erin salió por la puerta de la habitación de la niña.
Se encontró en un lugar diferente. Era el lavabo en el que su marido murió. Estaba todo igual. La bañera estaba allí, con la cortina cerrada. Erin tenía miedo de abrirla, pero lo acabó haciendo. Se encontró con un pasillo, muy largo. Ella no dudó en caminar hacia delante. El pasillo se alargaba según caminabas. Ella se paró, para mirar hacia atrás, para ver si allí seguia la bañera. Una voz, muy familiar, le dijo:"Camina hacia delante" Ella, instantáneamente continuó caminando. Era un terreno desconocido. No se podía hacer más, solo... hacer caso. Ella continuó y continuó, hasta encontrar una luz blanca. Erin se acercó, y le pareció haber visto el rostro de su querido marido. Ella se acercó todavía más. Su voz decía:"Cuida tu espalda, Erin ,o ellos te la quitarán."
Erin despertó. Estaba en el suelo,con un pequeño dolor en el estómago.
-¿Cuándo...me he dormido? Agh...-dijo Erin, algo dolorida.
Tenia un pequeño cristal clavado en el estómago. Fue a la cocina, se quitó el cristal y se limpió la pequeña herida. No era muy grande, pero...dolía.
Después de eso se fue a dormir.
Al día siguiente, a las 8:00 de la mañana, Erin y Nerissa se levantaron. Erin no le contó nada a Nerissa del sueño que tuvo la noche anterior. Las dos se fueron por su camino después de arreglarse.
Erin llegó a su anterior casa, para la investigación. Todos sus compañeros aplaudieron al verla. Todos preguntaban por Nerissa, si estaban bien, si tenían algo que necesitaran...
Cuando todos terminaron de preguntar y hablar, Erin dijo, con seguridad:
-Pues...empecemos.