Erin y su equipo comenzaron a trabajar. El lavabo estaba completamente limpio, y las cortinas de la bañera estaban quitadas. No habían hecho nada en la bañera, solo recoger...las partes del cuerpo del marido de Erin. De vez en cuando, los policias le preguntaban a ella:"¿Cómo lo lleva tu niña?¿Está bien? Si necesitas algo, aquí estamos todos."Erin se sentía acorralada. La gente podría dejar de recordarle todo lo que pasó, pero claro...la curiosidad mató al gato.
La hora de trabajar se iba terminando. Erin volvía a las 13:00 a su "casa". Ella lo veía un horario corto, pero todos trabajaban hasta esa hora. Antes de que la hora llegara, Erin echó un vistazo a la bañera, en busca de algo que pudiera ayudarle. Había una grieta en la pared, que continuaba en la bañera. Erin intentó apartarla. Las grietas de la pared y la bañera no eran las mismas. La grieta de la pared comenzó a expulsar sangre, con cucarachas, arañas...de todo. Erin intentó taparse la cara. Cuando dejó de expulsar sangre, Erin miró la grieta. Se estaba haciendo más grande de lo que ya era.Ella miró al suelo. No había sangre, ni bichos, ni nada. La grieta de la bañera también se estaba agrandando. Cuando no podian romperse más, se partieron por la mitad, tanto la pared como la bañera. De la pared salieron fotos. Todos los policias estaban alrededor, por el susto de la rompedura de la pared. Erin miraba las fotos, con muy poca tranquilidad. Eran fotos de su marido y de Nerissa en el colegio.¿Para que habrían hecho esas fotos? Erin supuso que eran para ver las horas que pasaba con su hija, cuando llegaba a casa...y para tener su rostro permanente. Erin miró hacia la bañera. Habían caido dos cuchillos, con sangre seca. Ella los cogió.( Llevaba los guantes,por supuesto) Al cogerlos miró hacia atrás, para darle los cuchillos a sus compañeros, pero ya no había puerta, y la pared estaba arreglada. Como si nada hubiera pasado. Erin miró al frente, y la bañera volvía a estar en su estado normal. Estaba puesta la cortina, cerrada. Ella la abrió, y como suponía, volvía a estar el pasillo. Erin caminó hacia delante, para hacer lo mismo que la última vez: caminar hacia la luz. Esta vez, el pasillo no se alargaba: se quedaba igual. Erin se dió cuenta de que en las paredes habían notas. En cada una había una letra y un número. En una estaba la letra "E", con el número uno.Ella las juntó todas por órden.
-Haber que tenemos...esta es la última.
Erin se alejó un poco, para ver claramente lo que ponia.
-¿"Esufnoc"?
Erin abrió los ojos. Volvía a encontrarse en el mundo real.
-¡Chicos,Erin está despierta! ¿¡Habeis llamado ya al médico?!- dijo gritando uno de los compañeros de Erin.
-¡Si, ya hemos llamado!- dijo otro compañero.
Erin miró a su alrededor, con la vista un poco borrosa.
-¿Qué...qué me ha pasado?- preguntó ella.
-Tuviste un fuerte golpe en la cabeza. No se que pasó, pero tienes una brecha enorme. Espera un poco, que ya llegarán los médicos.-respondió el compañero.
Ella se fijó en una estanteria de libros que había. Al fijarse, se dió cuenta de que un libro tenía de titulo:"Esufnoc". Ella intentó levantarse, para cogerlo. Pero se estaba empezando a marear.
-Hey, preciosa. Relajate un poco. Ni siquiera puedes ver bien.Espera a que venga el médico, y, cuando te cure, te vas a buscar eso que has visto.- dijo el compañero.
Los médicos llegaron y sentaron a Erin en la camilla.
-Erin...-dijo el médico.
¿Si?- dijo ella.
-Vas a tener que hacerte un nuevo corte de pelo. Necesitamos cortarlo para coser la brecha.
Como ella suponia...Debía de hacerse un cambio de look. A Erin nunca le gustaron esas cosas de cambios y mejoras. Preferia ser...como había sido siempre: una chica original, feliz como es.
Ya era la hora de que los policias terminaran de trabajar. Delsin estaba allí, y Erin lo paró un momento, llamándolo desde la camilla.
-Oye, Delsin. ¿Han descubierto de quien es la huella?- dijo Erin
- Me gustaría decirte que si, pero no hay una persona en concreto, solo coincidencias.- dijo Delsin.
-Maldita sea...
Delsin se fue. Todos se fueron, menos Erin. Cuando el médico ya iba terminando de coser, ella hizo una pregunta.
-¿Oiga, ha escuchado algo usted de un libro llamado "Esufnoc"?
-Mmm... no. No lo he escuchado nunca.- dijo el Médico-¿Que es un libro nuevo?
-No...no. Esque lo escuché por la tele, que lo sacaron hace años, pero me parece a mi que no.
-Supongamos que el programa que ves es de los que dan a la madrugada...¿verdad?.
-Sip.
El médico terminó de coser. Ella tenia media parte de la cabeza rapada, y la otra parte con un montón de pelo...tendría que ir a la peluqueria cuanto antes.
Erin llegó a casa. Nerissa estaba allí, esperándola. Madre e hija hicieron la comida. Comieron juntas, y Erin le explicó a su hija el porqué este cambio de pelo.
-Increible...el primer dia de trabajo y ya te haces daño.-dijo Nerissa
-¡No me vengas con esas!- dijo Erin.
Las dos terminaron de comer, y la dos fregaron, cada una su plato. Ya era hora de que Nerissa volviera a la escuela. En cuanto Nerissa salió por la puerta, Erin se fue a echar una siesta. Ella tenia hoy psicólogo, y al dia siguente lo tenia Nerissa. Ella durmió 3 horas. Cuando se despertó, Nerissa ya estaba en casa.
-Dormilona...-dijo la niña
-Gracias por el halago...lo aprecio mucho-dijo Erin,con ironía.
Ellas se fueron al comedor a merendar algo. Eran casi las 19:00, y Erin tenia que irse al médico, para el psicólogo. Nerissa iba a quedarse sola en casa.
Erin llegó al médico. Estaba vacio. Normalmente estaba lleno de gente. Erin estró en la consulta. La psicóloga le dijo al entrar:
-Muy bien,Erin. Empecemos.