un encuentro inesperado

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Pov. Jennie

Leer la nota fue un duro golpe, para mí.

Aunque estaba consciente de que me fui con esa mujer de la disco con un sólo objetivo en mente, nunca pensé que al final me trataría, cómo a una prostituta y sin ninguna consideración.

Yo solo quería probarme, que era capaz de arrancarme de la piel cada huella que dejó Kai en ella, sacarlo de mi corazón y borrarlo de cada mínimo espacio donde aún permaneciera aferrado, usando a otra persona para ello, sin embargo, todo resultó peor de lo que pensé, porque fue tan cruel y difícil la experiencia, que quedé más destrozada con esa desconocida, de lo que resulté lastimada con el engaño del que pensé, era el hombre de mi vida.

—Señorita, hemos llegado.

La voz del taxista me saca de mi distracción.

No he parado de llorar, porque me sentí muy sucia y despreciable, cuándo vi la nota junto a los billetes.

Tal vez me lo merecía, por intentar olvidar a una persona revolcándome con otra, no fue una idea inteligente y mucho menos acertada.

―Gracias.

Le pago al taxista y bajo del auto, con la cabeza gacha, para evitar que mis vecinos puedan ver mi rostro y la expresión de vergüenza y dolor que hay en él.

Subo a toda velocidad las escaleras y al llegar a la puerta, mis manos están tan temblorosas que dejo caer las llaves en el piso en varias oportunidades.

―Jen... ¿estás bien?.

La voz de mi mejor amiga me sorprende.

Me quedo inmóvil.

No quiero verla a la cara y que descubra lo terrible que me siento, mucho menos contarle sobre lo que me acaba de pasar.

―Jen, cariño―se agacha a mi lado―¿Dime ahora mismo, que carajos te sucede?―mete la mano debajo de mi mentón y me observa con preocupación―¿Acaso esa mujer con la que te fuiste anoche, te hizo daño?.

Basta esas pocas palabras, para que vuelva a recordarlo todo y entonces el dique se rompe de inmediato.

La abrazo fuerte y me aferro a ella, buscando su consuelo e intentando refugiarme en un par de brazos, que me den todo el amor y el cariño que necesito ahora mismo.

―Vamos a mi departamento―se pone de pie y me ayuda a levantarme―Déjame que cuide de ti, mientras me lo cuentas todo.

Camino junto a ella, mientras me mantiene bajo su cobijo, cómo si fuera una madre cuidando de su hija.

―Espérame aquí, déjame ocuparme de algo y luego regreso contigo.

Me siento en uno de los sillones, mientras se aleja de mí y camina en dirección a su cuarto.

Pocos minutos después, el chico que vi a noche con ella en el club, sale de su habitación a medio vestir y con gestos adormilados, cómo si no hubiera descansado lo suficiente durante toda la noche.

―Es hora de que te marches, vaquero―le da un fuerte azote en las nalgas al rubio―Mi hermana ha llegado y los asuntos familiares son mi prioridad en éstos momentos―el chico la toma de las nalgas y la pega contra su cuerpo, para hundir la lengua en su boca y darle un beso que deja paralizado hasta las agujas del reloj, que hay colgado en una de las paredes de la sala.

―Vayaaaaaaa... será mejor que te detengas ahora mismo bombón, que vas a dejar la hoguera encendida y no habrá agua con que apagarla.

―Puedo regresar a tu cama y esperarte, hasta que te desocupes.

embarazada por accidente - jenlisa adaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora