embarazada por accidente - jenlisa adaptación

sentimientos encontrados

Pov. Jennie

—Pues si veo, que algo se me resiste, voy a ir por ello hasta que logre

conseguirlo.

Sus palabras me aturden y producen un efecto delicioso de calurosa

anticipación en mí.

Me toma a la fuerza, cuándo menos lo espero y todo mi cuerpo se revela,

cuándo la adrenalina se esparce aceleradamente a través del torrente

sanguíneo.

Con su cuerpo aprisiona el mío, contra la pared y la sensación de ser

sometida por ella, me deja aturdida y completamente expectante.

Hay confusión en mí, porque nunca había sido tomada de ésta manera y

las fuertes emociones desatadas, son absolutamente contradictorias.

Entre la pequeña separación de mis piernas, logra colar su rodilla y la

empuja contra mi intimidad, produciendo palpitaciones intensas en toda la

parte baja de mi cuerpo.

No puedo evitar gemir sonoramente, cuándo una onda expansiva de

placer azota todo mi cuerpo, despertando la lujuria luego de estar

adormitada por tanto tiempo.

Comienzo a humedecerme.

No hago más, que cerrar los ojos y rendirme a lo que tenga dispuesta para

mí.

Sube mis brazos sobre la cabeza y los sujeta a la altura de las muñecas

con una sola de sus grandes manos, dejándome indefensa de ésta manera y

a los caprichos de sus deseos.

Con su otra mano llega, hasta uno de mis pezones y comienza a

pellizcarlo deliciosamente, provocando contracciones en lo más profundo

de mi centro.

—¿Es así, cómo te gusta?, ¿Te excita que te tomen a la fuerza?.

Grito con fuerza, cuándo chupa uno de mis pezones, mientras el otro lo

aprisiona entre su índice y su pulgar.

Mueve su rodilla nuevamente y con ella frota mi intimidad, volviéndome

loca al instante y haciéndome arder con necesidad por ella.

—Me gustan las personas vigorosas y decididas. Que sepan conducir a

una mujer sobre la cama.

La provoco con un reto.

—Entonces estás en el lugar indicado, preciosura. Te voy a enseñar que

buena conductora soy.

Jadeo, cuándo de pronto me gira y me pone de pecho contra la pared.

Vuelve a sujetar mis manos en alto y con la otra la escucho desatar su

pantalón, con lo que me hace temblar irrefrenablemente, porque se lo que

viene a continuación.

Siento que mi cabeza se pierde en una nebulosa de pensamientos

libidinosos, que precipitan las diferentes sensaciones, que se han disparado

por todo mi cuerpo.

La escucho romper el empaque del preservativo y la ansiedad me toma