Su Veneno- young miko

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La luna iluminaba el paisaje tranquilo de la playa nocturna, la marea empapaba la arena mientras las estrellas se reflejaban en el agua cristalina. Un paisaje pacífico, el viento se paseaba por los balcones del hotel, mientras perla observaba desde la vista de su habitación aquella vista y buscaba palabras correctas para apaciguar las dudas de victoria

Perla no sabía por dónde empezar, o si al menos decir algo, simplemente observaba el paisaje recordando todo lo malo que le había sucedido

No podía decir que toda su vida fue infeliz. Hubieron pequeños momentos de alegría que atesoraba cada día, y agradecía por ellos, pero también aun no superaba todo lo que venía adjunto a esos recuerdos

Victoria no preguntó más, pero sintió su incomodidad. Como si de una adivinanza fácil se tratara, abrazo a perla por la cintura sin decir nada y recargo su mentón en su hombro izquierdo, no le preguntaría más si ella no quería contarle ahora

- era joda lo de contarme-. Habló victoria

Ella esbozo una sonrisa y dejó un beso en la mejilla de victoria. Eso la hizo estar un poco más tranquila

- quisiera quedarme así para toda la semana-. Dijo perla

- ¿no era para toda la vida?-. Preguntó burlona la ojiazul

Perla rió bajo - es que ni tanto, aveces me abrumas-. Contestó, haciendo que victoria rodará los ojos y se soltara de su abrazo

- te encanta arruinar los buenos momentos-. Se quejó victoria, mientras se adentraba a la habitación

Perla rió y siguió su paso, ahora ella envolviendo su cintura con sus brazos

- sabes que es broma, yo a ti te quiero mucho. Pero ya la paciencia es otra cosa-. Habló perla con una sonrisa

- si, si, claro-. Replicó victoria saltándose del abrazo y acostándose al borde de la cama y sacando su celular para distraerse

- ¿que harás cuando volvamos?-. Preguntó perla acostándose a un lado de ella

- no sé, tengo tantas cosas que hacer en Miami, ¿que harás tú?-. Preguntó de vuelta mientras guardaba su celular

- mi mamá esta enferma-. Contó al fin mientras se ponía boca abajo - la otra semana me voy para san Sebastian para visitarla-. Añadió

- ¿y cuando tú pensabas decirme?-. Preguntó victoria

Perla se encogió de hombros y no le miró -es que es una situación que a mi no me agrada a decir verdad, no me llevo tan bien con mi mamá

- ¿entonces tú que vas a ir a hacer allá?-. Preguntó de nuevo

Perla tomó una bocanada de aire, y pasó su mirada por el techo para buscar las palabras correctas

- porque tengo una hermana que esta allá y esta corriendo con sus estudios y todo eso-. Respondió al fin

- ¡¿tenias una hermana y no me contaste?!-. Cuestiono victoria levantándose

- es mi media hermana, y no nos llevamos tan bien tampoco, pero no puedo dejar que descuide sus estudios por esto-. Contestó