Su Veneno- young miko

05

Perla estaba sola en el aula cuando alguien toco la puerta

- buenas tardes, ¿Pasa algo?-. Respondió quitando la vista de las tareas que estaba corrigiendo

- ¿Está no es el aula de André?-. Cuestionó el hombre al verla a ella

- lo estoy reemplazando en lo que envía a alguien, problemas personales, crei que ya lo sabían todos-. Respondió ella ordenando los papeles

- no es como que André ande contando su vida, pero que mal, ¿Su matrimonio?-. Preguntó

Ella le miro seria - no lo sé,  si el no lo dice no veo por qué comentarlo-. Respondió tomando sus cosas

- ay perla, odias todo lo que alguien  diga-. Dijo el hombre

- no es que odie lo que digan, es que si André no quiso decirlo husmear sobre su vida no es correcto-. respondió o ella

- tu vida es tan amargadita, nisiquiera disfrutas un mínimo chismecito perla, mira, te hago el favor, te invito a cenar hoy, y no acepto un no por respuesta-. Sugirió mientras caminaba al lado de ella por el pasillo

Perla sonrió y se giró hacia él - tenía que ser un hombre-. Fue lo único que dijo y se giró para seguir caminando

- después de tantos años solteras, ¿No sientes ansiedad?, digo

- Jorge, ser un insistente de mierda no funciona con ninguna mujer,  además, apestas a alcohol los lunes, llegas tarde, eres un grosero, un chismoso y machista, eres la peor compañía para una cena, y yo, no soy el tipo de mujer que le guste experimentar cosas nuevas-. Respondió con tranquilidad - así que quita tu presencia masculina de mi vida y por favor, olvida que somos colegas-. Añadió mirandole antes de llegar a la salida

- sabes que me gustan bravas-. Respondió él

- existe la palabra asqueroso, y tú eres el significado, ubícate-. Dicho esto se fue, sin dar pie a que la conversación continuara

No es que fuese así con todos, pero a tipos como ese hombre debían ponerlos en su lugar, perla no solía hablar con muchos hombres aparte de André y su padre, porque luego de intentar recobrar su vida, lo único que se llevó fue una decepción de parte del género opuesto

Aunque intentar con chicas nunca lo tomo en cuenta, porque no era algo que ciertamente le llamaba la atención

- perla, estás por cumplir veinticuatro, dime ya que  tomarás clases de manejo nena-. Hablo Carolina cuando ella subió al carro

- yo no te pedí que vinieras por mi, además,  por qué gastar en un auto cuando disfruto caminar, y el olor del colectivo a mierda y humedad-. Respondió sonriente

Carolina rió y solo meneo la cabeza ante el sarcasmo de su amiga

- hay un regalo para ti en la casa-. Hablo su amiga

- ay gorda, no tenías por qué

- yo no te lo regale-. Interrumpió

La sonrisa de perla se esfumó

- espera mejor a que lleguemos a casa-. Añadió y siguió conduciendo

....

Perla era una mujer que vivía con lo justo, aunque amaba los tacones de alta gama y el buen vestir clásico, pero lo que estaba viendo parecía una ilusión ante sus ojos