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«Tic-toc, tic-toc, la hora del terror ya comenzó»

«Tic-toc, tic-toc, con atención asegúrate del reloj ver»

«O mucha sangre verás caer»

Como cada madrugada, reflexionaba sobre mi vida. Se me había vuelto costumbre hacerlo.

Pero esta vez lo hice de manera distinta. Estaba bajo el agua, en la piscina de mi casa.

Mientras aguantaba la respiración, cada que abría los ojos para ver el agua frente a mí todo se aclaraba. Mi mente estaba reflexionando sobre una cosa en específico:

Mis padres habían desaparecido.

Como una típica adolescente hormonal, estaba demasiado asustada. Estaba muy triste e incluso perdía un poco de mi esencia. Como le pasa a alguien que perdió un familiar. Algo en mí se fue con ellos, a pesar de no estar muertos.

Estaba frustrada porque no podíamos llamar a la policía, Matt estaba en casa y ese era un gran riesgo. Además, no servía de nada, este asunto era fuera de lo legal. Sabíamos que los que lo atraparon era quien me hizo esto.

Quien me había hecho... ni siquiera estoy segura de que hizo. Quizá me hizo la vida un desastre.

Mi confusión también tenía que ver con los hombres que aparecieron ayer e hicieron desaparecer a mis padres. Por supuesto que estaba dispuesta a hacer lo que sea para recuperarlos pero, ¿qué me detenía?

El miedo.

Mi vida era tan aburrida hasta que llegó Matt, desde que él vino ya tenía algo que hacer o pensar en y gracias a eso mis padres están en problemas. Además esto se volvió muy personal.

No sé cuanto tiempo seguiré fingiendo que el agua no me advierte de alguien que está conmigo que nos traicionará o fingir valentía cuando mis padres desaparecieron y que tengo un plan. Creo que hoy ya no tengo más fuerzas para fingir, así que eso se lo dejaremos a los actores que para eso les pagan.

No sé cuanto tiempo estuve abajo. Mi mente comenzaba a aclararse, pero sabía que poco a poco porque podría tardar días.

Iba a subir a la superficie cuando veo del otro lado de la piscina una mano introducirse en el agua y lo más interesante era que esta brillaba, algo muy ilógico así que comencé a patalear hacia afuera y cuando salgo veo que la mano provenía de Marco, que estaba de cuclillas.

Ya fuera del agua, me di cuenta que su mano no brillaba.

La falta de oxígeno te hace alucinar

—¿Cuánto tiempo llevas aquí?

Me mira y antes de responder, se limpió la mano mojada sonriendo.

—Lo suficiente como para creer que estabas muerta— ríe —estaba apunto de llamarte y ver si mi teoría era correcta.

—¿Cuánto tiempo estuve abajo?

Entrecierra los ojos, pensativo.

—Vine hace 7 minutos pero no sé desde cuanto estás aquí— levanta los hombros.

¡¿7 minutos?!. Creo que estuve más tiempo de lo que debía.

—Oh— es lo único que logra salir de mi boca.

—Nunca entendí tu obsesión con el agua.

—No es obsesión... es más que eso— me apoyé en la orilla y me subí en ella —es mi lugar para pensar y sentir paz, creo que es el único lugar donde puedo pensar con claridad.

Los nobles: ¿Who am I...? © ✔ [#1]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora