El Mounstro

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Basado en la maldad que todos tenemos en nuestro interior, para algunos de un modo diferente. 

(Poesía dramática)

¿Por qué no me dejas salir?

Podría satisfacer nuestra hambre.

 Por horas te miras al espejo intentando descifrarte, si me dejas salir no tendrás que hacerlo.

No te voy a dejar salir Solo tú tienes esa hambre No importa qué tan cansada esté, es el precio de ser diferente.

Maldad pura, cuchillas por toda la calle, caos, pánico y mucha locura... Veo, una obra de arte, construida con lo más hermoso de este mundo... Mujeres, sin sangre en sus cuerpos, ¿dónde está su sangre? Pintas con ella sus rostros, veo muchos balones de distintos tamaños, y espejos en todos lados donde bailas y gritas como un animal, pintura... Por todas partes, y máscaras con las que sales a la calle y todos te ven... Te temen, en la carretera ríes... Lloras con risas y sin lágrimas, gritas en el agua de una piscina, y estás sola... Sin nadie a tu alrededor, no comes, no duermes, tomas fotos de todo lo que haces, cuchillas... Por todas partes, osos de felpa sin sus ojos, payasos que lloran amarrados en tu habitación, haces llorar con tus locuras, haces sufrir con tu rareza... Todos te temen.
¿Por qué todos viven aún? Porque yo estoy aquí aún... Por los gritos que producen al quitarles la vida, por los lamentos que me atormentan, y tú los oyes igual, porque tú eres yo y yo soy tú, todo lo compartimos.
Si salieras... Yo sufriría ¡esos gritos de llanto! Quiero arrancar mis oídos para hacerlos parar, lo odio, como sufren... Tu te satisfaces, y tú eres yo, "nos satisfacemos"  pero solo tú lo haces, solo tú lo necesitas, yo les temo.

Armonía... mitad y mitad, tú no cambias las cosas, y yo las adapto para ti, solo necesito tiempo... me quieres y yo te quiero, tú eres mi locura, y yo soy tu bondad.
Odio los gritos, el dolor, el llanto.
Amas asustar, jugar con el peligro, y sacar el sufrimiento.

Sufrimos... porque estamos atrapadas en un mundo sin rarezas, sin verdaderos temores, todo es igual, todos hacen lo mismo, todos ven lo mismo, no hay nada más, ansío correr en la lluvia... pero así no se hacen las cosas, golpear los vidrios de los autos... pero así no se hacen las cosas.

Plural... yo soy en plural, dos partes... la bondad y la locura, la bondad no es por ser normal y la locura no es maldad... encerrada, en las noches me libero... hablo de esa parte de mí, ya sé de quién hablo cada vez que menciono las acciones, ¿quién soy? ¿Quién habla? soy yo, yo hablo, las dos partes de mí, siempre es así, la principal... soy yo, y ella está encerrada, camina dentro y grita, veo lo que quiere que veamos las dos... porque yo soy ella y ella soy yo, lo que siente siento, lo que quiero ella quiere, separadas no somos nadie, porque no somos dos, somos solo una, fragmentos de una.

Le digo ella, aunque sea yo, porque ella es ella, aunque somos yo, yo hablo... yo hago, yo reacciono, ella se castiga, y sale por las noches, cuando no hay nadie al rededor, nunca la dejo tener el control, sería muy embriagador, nunca he estado yo adentro y ella afuera, solo hemos compartido la superficie, no más.

Sé de lo que es capaz, no es maldad... pero a los demás le causa dolor y sufrimiento y eso es considerado maldad, la locura causa temor, ella sabe lo que no puede hacer, no lo quiere pero sabe lo que puede hacer, si es capaz.

Está conmigo... y así debe ser, sin mí no siente por los demás, y sin ella yo no hallo felicidad... de este mundo no soy, pero no hay salida, solo pequeños escapes, en las noches, a solas, donde de verdad soy yo.
No soy el monstruo, solo soy yo, somos yo, de verdad somos yo, a solas, no hay reglas, no hay realidades, no hay nadie.
Soy buena, muy buena, pero lo malo es muy malo, me mantengo neutral, con ambos, soy buena con lo que debo ser buena, y cuando estoy sola... La locura se desata, la maldad no, la maldad satisface, pero está mal... sabemos que está mal, satisface, pero no es necesario, tan solo la locura lo es, porque es lo que soy, es lo que oculta, y para ella es molesto el tenerlo que ocultar, ella quiere liberarse, se enoja, y su maldad crece, pero yo la detengo, porque no somos maldad, somos DESESPERACIÓN... sin salida, sin un mundo en el que encajar, ocultando nuestro verdadero ser, adaptándonos a lo inadaptable, a gustas quizás, pero nunca saciadas, LOCURA... eso es lo que somos, eso es lo que soy, y ella... se desespera, se enoja, quiere salir y realizar su maldad causada por la desesperación, no solo en mi mente, sino al mundo que lo aprisiona, y ruge, la escucho, y le digo que se calle, se convierte en el monstruo, risas que me atormentan, personas mi se ríen, llantos, de niños y mujeres, gritos en mi cabeza, y grito que se calle, cuando el monstruo crece... MALDAD es mi otra parte... la tomó, la venció, la consumió, y solo quedamos el monstruo y yo, me grita intentando consumirme también, me debilita, ¡quiero que se calle! 
Cuando no puedo más, se calma, y vuelve a pasear por mi mente, el monstruo se va, se disuelve otra vez, y le digo a ella que no pierda el control, su desesperación la conduce a la maldad, a hacer eso de lo que es capaz, pero sabe que no debe hacer, no quiere causar daño, porque siente lo que yo, yo siento por los demás, pero cuando se desespera... se enoja con todo, con todos, con lo que nos aprisiona, y se entrega a la maldad.
Si salieras... Todo lo normal acabaría, o quizás no, quizás tu peor miedo se haría realidad, blanco... blanco por todas partes, personas... personas con ropa blanca, adiós a tu diversión, y hola al fin de nuestro mundo y todo por tu culpa.

¿Solo yo lo conocía? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora