ᴜɴᴏ

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Toqué la puerta de la casa de la familia León y espero a que me abran, escuchó pasos y cuando abren veo a la Tía Maca sonriendome.

—Hola Jose, pasa pasa, ¿como estás mi niña? —Me pregunta mientras se hace a un lado para dejarme entrar a la casa.

—Hola tía Maca, muy bien, ¿y usted como está? —Le dio un beso en la mejilla a modo de saludo.

—Que bueno Jose, ¿como está tu mamá y la Amelia? Esas dos me han tenido muy botada, hace días que no me vienen a ver. —Empieza a caminar hacia la cocina y me hace una seña para que la siga.

—Están bien igual, aunque la Amelia ha estado un poco resfriada, por eso no han venido. —Le cuento mientras la sigo hasta la cocina. —Perdón por haber venido sin avisar tía, pero tenia que venir a ver como esta el pipe.

—Pero si esta es tu casa igual, Jose. —Me mira y me sonríe. —Te diría que te sientes para que conversemos un rato, pero se que tienes que estar algo desesperada por ver ver esta el Felipe, ayer en la tarde llego y se encerró en su pieza, y no ha querido salir, así que sube a verlo nomas.

—Muchas gracias tía, después podemos conversar tomando tecito con galletas —Le sonrió.

—Jose. —Escucho que me llama la tía Maca cuando salgo de la cocina.

—Dígame tía. —Me quedo en la puerta esperando a que me diga.

—¿Te vas a quedar a almorzar verdad? —Me pregunta.

—Si tía, yo creo que tengo para rato con el Pipe.

—Bueno mi niña, suba nomas, no te quito más tiempo. —Me dice y escucho como sigue cocinando.

Subo las escaleras y miro la puerta de la pieza de el Pipe antes de entrar, me preparo mentalmente para el ritual de siempre. Tocó 3 veces y espero a que me alguna señal para entrar.

—Pase. —Escucho una voz que no es la de Felipe.

Entro a la pieza y lo que veo es tal y como me lo esperaba, el Felipe con la cama llena de conforts ocupados y el David dándole palmadas en la espalda mientras el Felipe sigue sonandose los mocos.

—Por fin llegaste. —El Felipe me mira los ojos rojos e hinchados.

—Lo siento por la demora. —Camino hasta su cama y espero lo que se que va a pasar.

—Ven acá. —El Felipe me mira haciendo un puchero y me estira los brazos esperando a que lo abrace. Me tiro a abrazarlo y le empiezo a sobar la espalda.

—Hola minnie. —Me saluda el David.

—Hola gatito. —Le sonrió mientras sigo abrazando al Pipe.

—Nose porque me dejó, si siempre fui tan bueno con ella. —El Pipe empezó a hablar mientras se sorbia los mocos.

—Felipe, tu terminaste con ella. —Le recuerda el David.

—No importa, ella se lo pierde, con ningún otro va a tener el sexo que tenia conmigo. —Dijo mientras se separaba de mi.

—Que asco Pipe. —Arrugó la nariz en señal de asco.

—Es la verdad po'. —Me mira con sus ojos rojos mientras me mira feo. —Pero no se preocupen, ya se lo que necesito para superar esto.

—No Felipe, ni se te ocurra, siempre haces lo mismo cuando terminas con tus pololas. —Me quejó

—Pero Jojo, ¿acaso no quieres que tu mejor amigo este bien? —El Pipe me mira con ojos de cordero degollado.

—Felipeeeeee —Me quejó.

𝐌𝐢𝐧𝐧𝐢𝐞 | 𝐊𝐢𝐝𝐝 𝐕𝐨𝐨𝐝𝐨𝐨Donde viven las historias. Descúbrelo ahora