La Inusual Familia Del Infierno[Alastor X Lucifer]

PEQUEÑA

Al despertar, me encontré en una cama súper suave, ¡como si estuviera durmiendo en una nube! Pero luego recordé que tenía que pagar por mi desayuno. ¡Siempre hay que pagar por la comida! ,Así que me levanté con cuidado y busqué mi mochila.

La encontré al lado de la ventana. ¡Qué bonita se veía la luz del sol entrando por ahí! Pensé , Abrí mi mochila y saqué mis crayones  y mi libreta de dibujo vi el dibujo de mi héroe así que lo deje  sobre la cama tal vez después pueda preguntarle si me puede ayudar¡Pero primero dibujaré a Angel y a Huks para pagarles que me hayan cuidado! Me gusta angel es muy  amable conmigo,huks es un poco gruñon pero a un así se ofreció  a llevarme ala cama así que me agrada,Estaba decidida a hacer el mejor dibujo de todos.

Con cada trazo, mi dibujo cobraba vida en la hoja. ¡No podía creer lo bien que estaba quedando! Los colores vibrantes de los crayones danzaban sobre el papel, dando forma a mis queridos personajes, Angel y Huks. Al terminar, observé mi obra maestra con los ojos llenos de asombro y una sonrisa radiante en el rostro. "¡Es el mejor dibujo que he hecho en mi vida!", exclamé en voz baja.

Entonces, un pensamiento triste cruzó mi mente. Mi papá estaría tan feliz de ver lo bien que había dibujado. Una lágrima solitaria amenazó con escapar, pero me obligué a contenerla. Sabía que no podía permitirme derramar lágrimas. Después de todo, una vez encontrara a mi héroe, todo se solucionaría, ¿verdad? Me repetí esas palabras en un susurro, tratando de infundirme ánimo y esperanza.

De repente, escuché un suave golpeteo en la puerta mientras estaba concentrada en mis dibujos dispersos por el suelo. Rápidamente, guardé todos mis trazos y me puse de pie con la curiosidad brillando en mis ojos. Al abrir la puerta, me encontré con la sonrisa amigable de Ángel, quien me saludó con un alegre "¡buenos días, chiquita!". Respondí con un emocionado "¡hola!" y él, con su gentileza característica, me propuso desayunar.

Asentí con entusiasmo, sintiendo el hambre que rugía en mi estómago. Ángel me levantó en brazos y me llevó al comedor, donde descubrí a Huks. Lo saludé con un simpático "¡hola, Huks!" y él asintió, entregándome un delicioso licuado de chocolate con unas galletas igualmente deliciosas.

Mientras disfrutaba de mi desayuno, escuché a Huks y Ángel hablar sobre algún trabajo pendiente. Sus palabras no las entendía  del todo pero  decidi no preocuparme.

De repente, Ángel se acercó y, con suavidad, sugirió que tal vez debería tomar un baño. Mis mejillas se colorearon de vergüenza al recordar que no me había bañado en tres días, no porque el agua me disgustara, sino porque simplemente...

—Quizás un baño te haría sentir fresca y feliz, ¿qué opinas, pequeñita? —dijo Ángel, notando mi expresión avergonzada.

Asentí tímidamente, agradecida por la amabilidad de Ángel. Mientras me llevaba al baño, una mezcla de emoción y nerviosismo se apoderaba de mí. Temía que algo malo pudiera suceder, pero confiaba en que estaría a salvo pues  habian sido amables muchas amables que otras personas  que habia conocido.

Al llegar al baño, me encontré con una tina grande, y Ángel, de repente, llamó a un pequeño demonio que parecía tener la misma altura que yo. Su nombre era Niffty, y me saludó con entusiasmo.

— ¡Hola! Soy Niffty. ¿Y tú, pequeñita? —dijo con una sonrisa.

— Hola, yo soy Charlie —respondí tímidamente.

Niffty asintió con alegría, y Ángel le pidió amablemente si podía ayudarme a bañar. Ella aceptó encantada, y yo, aunque aún preocupada, decidí confiar en ellos. Me desvestí, pero noté que Niffty me miraba sorprendida. ¿Había hecho algo mal?

— ¿Pasa algo, Niffty? —pregunté con inquietud y nervisismo .

Niffty parpadeó y luego sonrió.

— ¡No, para nada! Es solo que no había visto a alguien tan pequeñita como tú antes. ¡Pero no te preocupes, estás en buenas manos!

Sus palabras aliviaron mi preocupación, y junto a Niffty, ingresé a la tina para empezar el baño. Mientras el agua caía y las burbujas se formaban, recordé un momento no tan feliz

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En ese entonces, apenas veía a papá; solo tenía uno o dos recuerdos de él. Fue hasta que cumplí 4 años que comencé a verlo con más frecuencia. Mientras él no estaba, las sirvientas se encargaban de mi cuidado, bañándome y protegiendome. Sin embargo, hubo algo que no pude olvidar.

Una de las sirvientas se enfadó porque no quería comer asi que la sirvienta, con una expresión de frustración, sostuvo el plato de sopa frente a mí. La mezcla de cabellos y cosas verdes flotando en el caldo provocó mi disgusto instantáneo. Mis pequeños ojos se abrieron sorprendidos, y sin poder evitarlo, empujé el plato lejos de mí, dejando que se estrellara contra el suelo con un sonido sordo.

— ¡No quiero! ¡La sopa tiene cosas feas! —exclamé con voz temblorosa.

La sirvienta frunció el ceño, agachándose para recoger los restos del plato. Se notaba la molestia en su mirada, y sin decir una palabra, me tomó firmemente de la mano. Era un agarre fuerte para mis pequeños dedos, y me llevó rápidamente hacia el baño.

— ¡Es hora de un baño! —anunció con tono autoritario, sin ceder ante mis lloriqueos.

Al llegar al baño, no hubo palabras de consuelo. Me desvistió con brusquedad, y antes de que pudiera comprender lo que sucedía, me sumergió en la tina llena de agua fría. La sensación del agua gélida me sobresaltó, y mi pequeño cuerpo se contrajo involuntariamente por la sorpresa.

— ¡No, no! —balbuceé, sintiendo el agua helada a mi alrededor.

No podía respirar adecuadamente, y mis sollozos se mezclaron con el sonido del agua. Fue un momento de confusión y angustia. La sirvienta mantenía su expresión severa, aparentemente indiferente a mi malestar. Fue entonces cuando, en un acto desesperado, me arrodillé en la tina y, con ojitos llorosos, le supliqué perdón.

— ¡Lo siento mucho! ¡Comeré la sopa, lo prometo! —imploré, con las mejillas mojadas y temblando por el frío.

Finalmente, la sirvienta me soltó, permitiéndome salir de la tina. Tiempo despues ya no volvi  ver la sirvienta pero en canbio vino mi papa y eso fue mejor .

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Después de que Niffty me ayudara con el baño, me dijo alegremente que iria a buscar  ropa en mi mochila. Asentí con entusiasmo, agradecida por su ayuda. Niffty se marchó del baño dejándome sola por un momento.

Mientras esperaba, me envolví en una toalla suave y observé el vapor que se elevaba en el aire. El baño había sido una experiencia diferente y, aunque recordaba la sensación fría del agua, la presencia de Niffty había traído un toque de alegría a la situación ella era muy linda me agradaba.

Después de unos minutos, Niffty regresó con mi ropa en la mano. Su rostro estaba iluminado por una sonrisa juguetona.

— ¡Aquí está tu ropa, Charlie! ¿Necesitas ayuda para vestirte? —preguntó Niffty con amabilidad.

Sonreí y asentí, agradecida por su oferta. Juntas, nos dispusimos a vestirme, convirtiendo la tarea en un pequeño juego que hizo que el momento fuera más divertido. Niffty se esforzaba por hacerme reír y olvidar cualquier rastro de nerviosismo.

Con la ropa puesta y una agradable sensación de frescura, de repente recordé los dibujos que había dejado en mi mochila.

CONTINUARÁ... MUY PRONTO VEREMOS QUÉ HA PASADO EN LA MANSIÓN Y OBSERVAREMOS LA REACCIÓN DE LUCIFER AL DESCUBRIR QUE SU PEQUEÑA HA DESAPARECIDO.