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Y ahí estaba otra vez Shim Jake, observando al omega más precioso que hubiera conocido en toda su corta vida

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Y ahí estaba otra vez Shim Jake, observando al omega más precioso que hubiera conocido en toda su corta vida. El omega más tierno, noble, dulce y amigable. Ah, Park Sunghoon era el único nombre que podía estar escrito en el corazón del alfa pelinegro.

Cada mañana, como lo es habitual en la clase, todos permanecían sentados en sus respectivas carpetas, y Jake, quien estaba a una distancia lejana del omega pelimorado, solo podía admirarlo y escribir en su pequeño cuaderno todas aquellas palabras que alguna vez desearía decirle en persona, pero no puede. Claro que no puede.

Jake tiene muy en cuenta que Sunghoon es sumamente especial y que no hay alfa o beta que no quiera cortejarlo cada vez que tienen la mínima oportunidad de ser vistos por el omega.

Él sólo suspira porque sabe que no hay forma en la que Sunghoon pudiera notar su presencia o quisiera aceptar su propuesta para cortejarlo. Jake realmente quisiera hacerlo, pero su timidez va a una medida inevitable que tiene miedo a quedar en ridículo frente a Sunghoon.

¿Cómo podía decírselo sin la necesidad de que su corazón latiera muy rápido, con las mejillas calientes y el tartamudeo en cada palabra fuera de sus labios?

Patético, Jake aseguraba que era alguien muy patético a comparación de los demás alfas que no tenían problema alguno en ir y tratar de conquistar a Sunghoon.

Pero él.

Él simplemente se quedaría callado por la bruma de nervios que alteran su corazón, como siempre le sucede cada vez que el omega lo mira por un par de segundos y se queda inmóvil por el aroma tan dulce y cálido que emana su encantadora presencia por donde quiera que vaya.

Sunghoon sonríe justo en ese instante, arrugando su naricita, mostrando sus pequeños dientes, haciendo de sus ojos dos pequeñas líneas y un par de arruguitas a su alrededor. El alfa pelinegro solo puedo sonreír levemente después de verlo, escondiendo de inmediato su rostro entre sus brazos cruzados; porque si el omega está alegre, también lo será profundamente Jake y nadie podía cambiar eso.

La campana resuena y todos totalmente aliviados salen de a poco. Resulta que el profesor no había asistido a dictar la clase, pero de igual forma estuvieron encerrados en el salón si no querían que les bajaran puntos en conducta.

Jake decidió esperar a que todos salieran, pues no le gustaba ser observado como un objeto de atracción a burlas como la mayoría de veces lo es. Suelta un resoplido cansino al sentirse más seguro y acomoda mejor sus lentes en el puente de su nariz, acomoda sus cosas con paciencia, se coloca la mochila al hombro y lleva en sus pequeñas manos aquel cuadernito con mucho cuidado... Porque siente que es una parte especial de su corazón, ya que ahí tiene escrito todos los sentimientos más lindos y profundos que solo van dirigidos por y para Sunghoon.

Va camino a la cafetería, y por mirar la portada del cuaderno entre sus manitos, no es capaz de reaccionar y siente como es llevado ligeramente hacia atrás gracias a un fuerte empujón.

shy alpha ⇝  𝒥akehoonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora