Capítulo 13

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La comisaría provisional duró apenas tres días y pudimos volver a la antigua, cómoda y pequeña comisaría, o al menos eso creía antes de llegar. Ahora era enorme, estaba todo cambiado y era un laberinto aún peor, lo único medianamente bueno que tenía era la nueva locación de la armería. De ahí en fuera era, una puta mierda.

No conseguí ver a Gordon por la mañana, y cada día que pasaba me era más difícil conformarme con un mensaje de buenos días, una llamada, o escuchar su voz ocasionalmente a través de la radio. Quería verlo siempre y necesitaba sentirlo cerca al menos un par de horas al día. Pocas cosas me hacían dejar de pensar en él.

— Te vienes conmigo a una joyería, Gustabin. Isidoro, ve con Freddy, anda — Conway apareció, sacó un patrulla y antes de darme cuenta ya estaba sonando la bocina para que subiera en el asiento del copiloto junto a él.
— Que milagro que coincidimos, ¿no?
— No me junto con los de tu tipo.
— Ya, claro.
— Hay un chisme por comisaría, ¿lo sabes?
— El puto video de birdy, es obra del chistosito de tú comisario.
— Eso no, coño. Tú y Gordon.

Hasta ahora, no había pensado en que Conway tendría que enterarse de eso en algún punto, me tomó tan de sorpresa que me ahogue con mi propia saliva y comencé a toser como gilipollas.

— No te pongas tan nervioso ¡Gustabin! Al final no eras tan distinto a Horacio. Aunque el apuntaba a los superiores.
— Joder...
— No quiero que metas a mis agentes en mierdas, Garcia, menos a Gordon.
— Pero si yo me porto genial, jefe. Trabajo más que nadie en comisaría, no puedes negar eso.
— Ya, ya. Y lo que tienes de trabajador lo tienes de puto loco.
— Bueno, no soy el único.

Conway rió, esa risa chalada que solo confirmaba mis anteriores palabras. Pensé en responder, pero me contuve, porque notaba su ánimo decaído. Incluso sus gritos me tenían menos aturdido que de costumbre. Observé como regañaba y se desgarraba la garganta gritándoles las indicaciones a sus incompetentes agentes, escuché como repetía que no le quedaba mucho si la cosa seguía así. Parecía tener muchas ganas de jubilarse pronto, y no me quedó más que animarlo. "No digas eso, hombre, que todavía te queda mínimo una generación más de inútiles". Era una putada tener que parar de decirle "viejo decrépito" pero bueno, qué más podía hacer si ese era mi trabajo...

— Informo, ha llegado un 10-33 del comisario — dijo Filadelfo por radio.
— ¡Han secuestrado a Freddy! — Gritó Isidoro antes de que su frecuencia se cortara.
— Quiero a todos los agentes cortando carreteras y autopistas. Cojan un swat, el uniforme y la indumentaria correspondiente, ¡PERO CAGANDO OSTIAS! — Ordenó Conway por radio y subió al patrulla — ¡Sube ya, joder! — gritó en mi dirección.

Conway seguía dando órdenes por radio mientras conducía, se informó que los secuestradores fueron los verdes, por lo que envió la unidad swat a su barrio: "Que nadie entre ni salga sin nuestra autorización" indicó. Mientras tanto, nosotros seguíamos el último 10-20 enviado por los compañeros y terminamos dando con uno de aquellos criminales de pañuelos verdes. Lo subimos al auto y tras muchas preguntas de Conway y pocas respuestas del verde, nos dirigimos al barrio de los "balas" para continuar con la maravillosa estrategia de Conway, que acababa de hacer una llamada para autorizar TODO a la policía, absolutamente todo.

Me aparté un poco mientras Conway gritaba por el megáfono pidiendo a los balas que salieran de sus nidos, anunciando que les traía un regalito. Cosa que duró bastante.

— Vaya día, ¿no? — Gordon se paró a mi lado.
— Vaya, Gordon, me sorprende tanto verte trabajon que ni siquiera te reconocí.
— Me echabas de menos, di la verdad. — me dio un golpesito con el codo. Reí y sacudí la cabeza.
— No me provoques en medio del caos, Gordis.
— Yo si te eché de menos.
— Sabes que yo también. — respondí con una sonrisa.
— ¡Gustabo ven aquí, ya! — Conway me gritó desde su patrulla.

Sacalo de los escombros - Gortabo. Gustabo×GordonDonde viven las historias. Descúbrelo ahora