Lee Minho es un jefe exigente conocido como "demonio sexy" el único que lo tolera es su asistente Hwang Hyunjin pero lo que el joven no sabe es que Minho lo ha deseado desde el momento en que lo vio, todos esos años estuvo paciente y guardo su dista...
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"Querido diario esta semana fue lo más hermoso que me ha pasado, quisiera que jamás hubiera terminado, desde que llegamos Minho se encargo de demostrarme cuanto me amaba, cada noche se volvió mágica con sus besos y sus abrazos, juro que no me soltaría, bese su frente todas las noches evitando que tuviera pesadillas, comimos hasta saciarnos, visite lugares que jamás hubiera imaginado conocer, me beso, me hizo sentir seguro, me hizo sentir suyo y me grito su amor en la noria."
-¿Minho que hacemos aquí, no te daban miedo las alturas?- pregunto el pelinegro viendo que subirian a la rueda de la fortuna, todo estaba tan colorido lleno de luces era una atracción hermosa.
-si bastante pero subamos, estaré bien.
Ambos subimos a la noria, sus manos temblaban un poco ya que odia las alturas aún así la rueda giraba y giraba hasta que un momento se detuvo a la mitad en el punto más alto podía verlo todo desde ahí fue hermoso.
-¡Hyunjin te amo!- grito mientras nuestras manos estaban entrelazadas casi me quedo sin tímpanos pero toda la gente lo había escuchado y nos aplaudían desde abajo, yo estaba muy avergonzado pero también muy feliz no me esperaba eso y más cuando empezaron a salir fuegos artificiales, nos besamos fue lo más lindo que jamás había vivido.
O la tarde cuando lo enseñe a nadar.
-Min, bebé, vamos patalea, patalea- sostenía sus manos mientras el trataba de nadar debo decir que era muy tierno, realmente me sorprendió que hubiera algo que Lee Minho no supiera hacer, estuvimos así horas no aprendió a nadar pero hubo un gran avance, nos besamos en la alberca a la luz de la luna.
-te amo Min...
-yo a ti Jinnie...
Los besos en la profundidad del agua fueron aun más satisfactorios, su tacto, su voz dulce, su ternura son algo que no quiero borrar jamás de mi mente.
Así concluía la página de ese día en el diario de Hyunjin, ya faltaba poco para volver al trabajo, a la monotonía aun asi Hyunjin tenía fe que al volver ambos podrían mantener esta tranquilidad que los invadía lamentablemente nada de eso pasaría.
A la mañana siguiente abordaron el avión aun con sonrisas en su boca lo primero que vieron al llegar fue a Felix y a Seungmin.
-hola chicos, ¿como les fue en su vuelo?, estoy Felix de verlos- solto el menor de los Lee.
-bien, ¿que haces tu aquí?- pregunto Minho dirigiéndose a Seungmin.
-el es mi amigo Min, desde que se fueron pasaron muchas cosas por aquí, Hyunjin te ves increíble - intervino Felix mientras abrazaba al alto.
-gracias Lix, bueno vamonos, que quiero llegar a mi casa a bañarme.
Todos se montaron en la camioneta de Felix, dejaron a Hyunjin en su casa, pero su sorpresa de él alto fue mayor cuando vio que su padre lo estaba esperando.
