Lee Minho es un jefe exigente conocido como "demonio sexy" el único que lo tolera es su asistente Hwang Hyunjin pero lo que el joven no sabe es que Minho lo ha deseado desde el momento en que lo vio, todos esos años estuvo paciente y guardo su dista...
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Un mes había bastado para que Minho dejara de ser el Ceo de su empresa, un mes en el que conoció el infierno en la tierra.
-hola Felix, ¿como amaneció?
-como siempre Seungmin no quiere verme ni hablar conmigo ni con nadie
-yo entiendo que este pasando por un momento realmente malo pero en verdad creo que si no habla con nadie el podría..
-no lo digas, ya lo se, pero solo una persona puede salvarlo
-¿y si esa persona no vuelve más?... ya se de quien hablas pero hasta donde sabemos es como si se lo hubiera tragado la tierra
-me siento culpable yo apoye a tu jefe para que llevara acabo su plan jamás pensé en mi tonta cabeza que en verdad Minho lo amara tanto
-ahora entiendo las últimas palabras que le dijo tu hermano a Chan ese día..
-¿cuales fueron?
-"no podré vivir sin él"
Desde el día uno que Hyunjin se había ido Minho bebió como loco al no encontrarlo fue peor, pero la pena aun fue mayor un día que entró a la casa de Hyunjin a la fuerza todo estaba exactamente como lo había dejado solo que ya no habia ninguna posesion del alto ahi dentro, excepto por unas cuantas cosas pero se encontró con algo que jamás imagino.
Minho pov:
Llegar a esa casa que ahora carecía de brillo me dolió hasta lo más profundo del alma pero no imagine que al abrir aquel pequeño cuaderno seria mi total caída al infierno.
Cuando lo abrí me di cuenta era su diario un diario que él empezó a escribir con la fecha y hora cuando llegamos a París, leer cada página se sintio como agua helada recorriendo mi cuerpo, Hyunjin hablaba de mi como hablaba de un ser lleno de amor, me veía como un protector, un hombre en el cual podría confiar, desde el día uno tuvo dudas de mis sentimientos aun así me entrego su corazón jamás pensé que incluso mis abrazos significaran tanto para él, mi besos eran como su tesoro cada página fue revivida en mi memoria hasta que llegue a la última hoja el día que decidí abrir mi boca y decir que no lo amaba mi orgullo no me hizo reconocer mis sentimientos jamás imagine que detrás de esa pared Hyunjin estaba escuchándolo todo y lo peor era que yo había mentido creí que podría arreglarlo pero lo herí, en su última pagina el se describió como una taza rota en miles de pedazos, yo la rompi, yo lo rompi ¿como podría vivir sabiendo que destruí al único hombre que he amado? Yo no merezco ser llamado humano.
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