Lee Minho es un jefe exigente conocido como "demonio sexy" el único que lo tolera es su asistente Hwang Hyunjin pero lo que el joven no sabe es que Minho lo ha deseado desde el momento en que lo vio, todos esos años estuvo paciente y guardo su dista...
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Después de la boda Seungmin y Felix se fueron de luna de miel, los días pasaron, todo volvió a la normalidad en la oficina aun que Hyunjin se sentía inquieto, últimamente Minho había llegado tarde a dormir, últimamente no le dejaba tanto trabajo e incluso dejaba ir temprano a todos los empleados cosa que nunca antes había hecho.
-es que esta extraño- menciono preocupado Hyunjin desde la línea telefónica.
-Minho nació extraño no se que te sorprende- respondió con sarcasmo su amigo.
-perdón por llamarte solo para esto he interrumpir tu luna de miel, pero es que no sabía con quien hablar..
-tranquilo esta bien, Seungmin me esta preparando la cena, puedes contar conmigo siempre lo sabes
-gracias Lix, es que temo que se esté aburriendo de mi o algo, lo siento tan distante, osea sigue siendo lindo y amable pero no se esta raro, casi no hablamos siempre parece estar pensando en algo o alguien y esa lejanía me esta atormentando
-dale tiempo, seguro esta en su etapa dark o algo, hablaré con el.
-pues ya esta muy grande para esa etapa jaja y no, déjalo así es mejor enfrentar las cosas por nuestra cuenta.
Hyunjin tenía mucha intriga, al menos una semana entera Minho llego tarde a dormir, una semana sin contacto fisico, con la mirada perdida, ¿que mas podria pensar? Mas que tenia a alguien y queria saber la verdad pero tambien temia saberla, esa misma noche decidio que lo enfrentaria, pero más fue su sorpresa cuando justo Minho le mando un mensaje diciéndole que volviera a la empresa que era algo importante.
-¿algo importante? ¿A las 11:00 pm? ¿Que acaso no pensaba llegar a dormir? Pero esto me pasa a mi por hacerle caso a un escorpio- se reprocho.
El alto tomo sus llaves y condujo de nuevo hasta la empresa aun sin saber que era lo que sucedia pero con algo en mente expresar todo lo que llevaba tiempo guardando pues si Minho tenia algo que decir quería escucharlo y salir de esa duda que lo estaba atormentando.
Hyunjin llegó aparco el carro y subió rápidamente, noto que en realidad no había nadie ya en la empresa solo estaban unos letreros pegados que indicaban "que se dirigiera a la sala de juntas".
-que raro...¿estos letreros son para mi?- llamo al teléfono de Minho pero este no respondía, se apresuro a llegar a donde se le indicaba cuando llegó había unas pequeñas velas alumbrando su camino.
Entro ala sala de juntas y ahí miro a Minho parado viendo la ciudad desde la enorme ventana de vidrio, después lo miro a él con una sonrisa.
-pasa Hyunjin sientate, te estaba esparando- comento el mayor en total calma.
-Minho que es esto, ¿que pasa? Dijiste que era urgente- solto sofocado.
-solo sientate quiero mostrarte algo, digamos que he hecho una presentación para ti- Minho tomo el control del proyector y empezó a mostrar sin fin de fotos.
La primera fue cuando Hyunjin entro a la empresa, seguidas de todas las fotos que habían tomado en reuniones, cócteles, negocios y de más desde el día uno que el había ingresado a la empresa hasta en la actualidad.
-¿que es esto Minho?- el alto estaba confundido.
-mi amor por ti, Hwang Hyunjin debo decirte que toda mi vida me prepararon para asumir el puesto, el ser el Ceo de una empresa como esta no es cosa fácil, aun que siempre estuve conciente de ello tenía miedo, si, miedo, al fracaso a no hacerlo bien, todo esto que me rodea me asustaba, busque como loco una mano derecha una mano amiga que me tolerará que no huyera de la presión de esto, todos fallaron nadie pudo hasta que llegaste tu, básicamente te volviste mi soporte, mi mano derecha, mi todo, yo no me enamore de ti cuando te hice el amor yo te amaba desde el día uno que pusiste tus pies en la empresa asi que así como fuiste mi soporte en mi empresa, amado secretario, ¿te gustaría ser mi soporte en la vida? Te necesito a mi lado, te amo, Hyunjin ¿te quieres casar conmigo?
Minho se arrodillo en medio de esa sala de juntas donde pudieron ser ellos mismos, donde cedieron a lo que sentían en uno por el otro en esa misma sala Minho estaba de rodillas con un hermoso anillo con un hermoso diamante en su centro.
-si, Minho, si quiero mi amado jefe...- la voz de Hyunjin se quebró y unas lágrimas salieron de sus ojos ante la emoción.
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Minho coloco el anillo mientras Hyunjin daba saltitos de emoción después lo cargo en sus brazos y dando vueltas con el en ellos lo beso intensamente y con ese beso sellaron el inicio de sus nuevas vidas.
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