Goku en High School DxD

[N°5]

(Hola antes de que empiece a leer le pido que deje su voto
¡¡Gracias!!)
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[Dia de Koneko]

El sol ya se encontraba en lo alto del cielo cuando Koneko salió de su habitación, decidida a comenzar el día. Había tenido una mañana desastrosa, entre la alarma que sonó con una intensidad exagerada y la luz del sol que parecía querer arrancarla de su cama, pero al final logró arrastrarse fuera de las sábanas y se puso en marcha.

Vestida con su uniforme escolar, con una falda corta y una camisa  ligeramente arrugada (pero no lo suficiente como para que alguien se atreviera a decir algo), salió de la casa sin prestarle mucha atención a la cocina (lugar dónde ayer Goku hizo su extraña comida)

Koneko: - Murmura mientras baja las escaleras. "Me pregunto por que es está tan relajado, como si todo en su vida fuera un juego…"

Afuera, el clima estaba relativamente cálido, pero Koneko no tenía ganas de pensar demasiado en eso. Lo que sí le preocupaba era el día que le esperaba en la Academia Kuoh. Era otra jornada más de clases y, como siempre, la parte más molesta era la que involucraba estar rodeada de gente, aunque la mayor parte del tiempo estaba demasiado concentrada en sus pensamientos para interactuar demasiado.

El día pasó rápidamente, entre clases y algunas actividades rutinarias. Aunque Koneko no era muy amiga de socializar, había algo en la rutina escolar que la mantenía a flote. Durante el almuerzo, se sentó en su lugar habitual, lejos de las multitudes, pero su paz fue interrumpida por una llamada que le hizo Rías Gremory.

Rías: - Con una sonrisa encantadora, pero con un toque de curiosidad en la voz. "Koneko-chan, ¿cómo va todo en casa con tú invitado?"

Koneko: - Mirando a su alrededor, ligeramente incómoda. "Ah… más o menos. Es… extraño. Cómo si viviera con un niño gigante que come todo lo que encuentra y nunca se queja."

Rías: - Ríe suavemente. "Eso suena… bastante adorable"

Koneko: - Frunce el ceño, como si estuviera hablando con ella misma. " Hoy, por ejemplo, dejó los cubiertos en la nevera y el sándwich que preparó me dio miedo. ¿Quién pone comida en la nevera sin ponerla en un recipiente? ¡Es una barbaridad!"

Rías: - Ríe a carcajadas, causando que algunas miradas se posaran sobre ellas. "¡Pobre Koneko! En serio, a veces no sé cómo puedes mantenerte tan calmada. Aunque… supongo que te ha tocado convivir con gente aún más rara, ¿verdad?"

Koneko: - Con una leve sonrisa irónica ya que Rías se referia a ellos. "Bueno, sí. Pero al menos todos los demás tienen una pizca de sentido común… más o menos."

Rías: - De repente se vuelve más seria, cambiando el tono de conversación. "Hablando en serio, Koneko-chan. ¿Cómo te está yendo realmente? No es fácil vivir con alguien desconocido. Si en algún momento necesitas hablar de algo, estamos aquí."

Koneko: - Suspira, jugando con la comida en su plato. "No se preocupe Presidenta. Solo es que me cuesta acostumbrarme a él. Es tan… diferente. No tiene miedo de nada y todo lo que hace parece ser una gran broma para él. Pero…, creo que es lo que más me molesta. Es que parece  nunca se toma nada en serio. Aunque, supongo que tiene su encanto."

Después de una pequeña charla, Koneko volvió a sus actividades cotidianas, aunque con la sensación de que algo cambiaba dentro de ella.

La jornada llegó a su fin y Koneko, cansada, decidió dirigirse al club del ocultismo. Tenía ganas de relajarse un poco y de hablar con sus amigos. Al llegar al club, notó que ya estaban allí Rías, Akeno y Kiba, como siempre.

Akeno: - Sonriendo ampliamente al verla entrar. "Oh, Koneko-chan. Te veías tan seria en la escuela, ¿todo bien con Son Goku?"

Koneko: - Suspira, tirándose en el sofá con desgano. "¿Todo bien? No lo sé… Lo dejé en casa, y lo último que vi era una bolsa de arroz vacía y un montón de platos sucios."

Kiba: - Riendo un poco. "Al parecer se siente bien mientras coma y disfrute. No se preocupara por nada más. Para él la vida es un gran entrenamiento o una gran comida por lo que nos contó de su vida."

Rías: - Pone una mano en la barbilla, pensativa. "Eso me hace pensar. ¿No te ha sorprendido que Goku tenga una energía tan diferente a la nuestra? Aunque es increíblemente fuerte, su actitud hacia las cosas cotidianas es completamente opuesta a la de un guerrero. ¡Es como un niño gigante con el poder de destruir planetas!"

Koneko: - Aunque… supongo que, si me detengo a pensarlo, es un poco refrescante que alguien no esté tan obsesionado con la vida todo el tiempo."

Akeno: - Con una sonrisa traviesa. "Ya veo. Parece que te estás acostumbrando a él, Koneko-chan. ¿Quién diría que el gran Goku sería tan… terapéutico?"

Koneko: - Cierra los ojos con una sonrisa pequeña y algo cansada. Todo era culpa de la presidenta por mandar a convivir con el saiyan "¿Terapéutico? Eso suena demasiado... generoso. Pero tal vez… tal vez hay algo de eso. Al menos, no se toma nada demasiado a pecho."

Kiba solo Asiente con la cabeza, apoyando el tema.

Rías: - Mirando a Koneko con una expresión intrigada. "Entonces, ¿deberíamos esperar que te hagas más como él, Koneko-chan? ¿Más relajada y menos preocupada?"

Koneko: - Frunciendo el ceño de inmediato. "¡No! No quiero ser como él… ¡Pero tal vez debería aprender a disfrutar más las cosas sencillas, como él!"

Akeno: - Se ríe, acercándose a Koneko. "¿Ves? ¡Te va a cambiar! No te preocupes, Koneko. Ya verás que con el tiempo, ¡te acostumbrarás a todo eso!"

La conversación siguió siendo ligera, pero a Koneko le sorprendió lo mucho que había reflexionado sobre el saiyan, sólo había pasado una noche y ya le había cambiado el paradigma de su realidad..Es extraño. No es que tuviera intenciones de cambiar su propia personalidad pero sí que sentía que había algo en esa actitud despreocupada que podía aprender a apreciar.

Al final, después de varias bromas y risas con sus amigos, el día terminó con la sensación de que, tal vez, Goku no era tan insoportable después de todo.

A medida que el sol comenzaba a ponerse y las luces de la ciudad se encendían, Koneko se dio cuenta de que, aunque solo fue una noche, ya había cambiado algo desde que Goku llegó a su hogar, no todo era tan malo. Quizás no era el compañero más fácil de vivir, pero definitivamente traía una extraña sensación su vida.

Koneko: - Pensando mientras observa el atardecer desde la ventana del club. "Tal vez… solo tal vez, pueda acostumbrarme a su manera de ver el mundo."

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[Esperó que les haya gustado este nuevo cap y me digan en los comentarios qué les pareció. Ya nos veremos pronto con otro cap]