Había suspendido las clases y toda actividad que no tuviera que ver con el negocio.
se pasaba los días llevando y trayendo droga de pabellón a pabellón, armado con una faca que llevaba metida en los pantalones, la cárcel estaba llena de atrevidos.Su paga por el trabajo que le hacía a kuku era más droga, pero para uso personal, y ahí estaba,pasando del sol a la luna drogado hasta las muelas.
Cuándo decidió que Enzo se había olvidado de sus intentos por besarlo, volvió a su clase, pero ahora era alguien distinto, su capacidad de concentración era nula y la violencia, mucha.
Había pasado toda la hora riéndose de sus compañeros, peleando e interrumpiendo hasta el hartazgo.
Cuándo la clase llegó a su fin, Enzo,enojado, lo interceptó a solas.
-¿estás drogado?-le preguntó sintiéndose algo idiota, las pupilas de Matias parecían dos pozos ciegos
-¿que te importa?-le gritó él mirandolo, se sentía acorralado entre la pared y el cuerpo de su profesor
-Mati, yo tengo que reportar esto
-¿a quién? ¿no sabes quién deja pasar la falopa acá?-le gritó aún más fuerte, empujandolo. Enzo no se dejaba doblegar pero dio un paso hacia atrás al ver como el recluso llevaba la mano hasta el elástico de su pantalón-¿que pasa? ¿me tenés miedo?
-no
-deberías-le dijo sonriendo mientras se levantaba la remera y le dejaba ver la empuñadura de una faca casera
-¿porque no vas al patio? dormi
-a mi no me decís que hacer
Enzo levantó la vista haciendo contacto con el guardia en la puerta que sin la necesidad de palabras entendió lo que pasaba; entró al salón, tomó con violencia de los brazos a Matias y se lo llevó.
●●●
Al dia siguiente el profesor llegó más temprano.
acomodaba la clase para tenerla lista para cuando sus alumnos llegaran y fue entonces cuando Matias se asomó por la puerta-todavía es temprano-le dijo sin mirarlo mucho
-no vengo hoy pero queria que hablemos ¿puedo pasar?
Enzo se apoyó en el escritorio y le dijo que si con un gesto.
Mati entró y cerró la puerta tras él.se acercó hasta su profesor pero se quedó a una distancia prudencial
-no sé como pedirte perdón
-no hay nada que perdonar
-no me drogo todo el tiempo-mintió, no estar drogado en ese momento le había costado muchísimo
-no es mi trabajo meterme con eso
-te traje algo-le dijo y muy tímidamente sacó de su bolsillo un rosario color celeste-me lo regaló mi abuela. no creo una mierda en eso, pero capaz a vos te ayuda-agregó extendiéndoselo
-es algo muy personal
-lo necesitas, asi te cuida de giles como yo
Enzo sonrío y tomó el rosario suspendido en el aire
-bueno, gracias,lo voy a cuidar mucho
-ojalá me cuidaras a mí-murmuró Mati mirando el piso. sus mejillas estaban rosadas
-dentro de la clase, te puedo asegurar que a ninguno de ustedes...
-ojalá yo pudiera cuidarte a vos-le interrumpió mirandolo a los ojos -le metería un facazo a quién sea por vos
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¡Me matan, limón!: 𝐞𝐧𝐳𝐨 𝐱 𝐦𝐚𝐭𝐢𝐚𝐬
FanfictionNo quiero escuchar cumbias y merengues crueles otra vez