Yo ya estoy muerto

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Tenia sangre en sus brazos, pero ya no sabía si era de sus heridas, las de Dario o las de Enzo.

Enzo respiraba mal, entre sus brazos. estaba lastimado, aunque no de gravedad; sin embargo le costaba ver bien, tenía herido un ojo y con el otro podía ver al hermano de Mati caminando pocos metros más allá, mirando de forma constante y paranoica por la mirilla de la puerta de acero.

-va a venir en cualquier momento-dijo Dario sujetando la faca de forma firme

Mati lo miró mientras acariciaba la cara de su novio

-nos va a matar a todos, dejame salir, me quiere a mi...

-no-dijo Enzo sujetando el brazo que lo abrazaba-vos te quedas acá

Darío y Matias se miraron sintiendo la tensión del momento.

ambos sabían que ya estaban muertos en cuánto Kuku llegara.

~12 horas antes~

Enzo estaba dando su clase cuándo todo sucedió.
se podía sentir un clima extraño, desde el vamos Mati no había ido y no lo había visto desde la última vez, cuándo le confesó todo el asunto con Francisco y el narcotráfico.

Estaba casi terminando, no veía la hora de llegar a casa cuando escuchó un sonido proveniente del pasillo.
la puerta se abrió de golpe y al aula ingresaron de forma violenta cuatro reclusos encapuchados.

Todos los alumnos se alteraron, ajenos a lo que sucedía, y mientras tres de los que entraron los obligaban a quedarse quietos en el piso, el cuarto, y más grande de todos, sujetó a Enzo de los brazos.

-¡¿que pasa?!

-quieto profe-le dijo el tipo-esto es un motín.

●●●

No era la primera vez que aquél penal quedaba sumergido en un motín. Los presos solían revelarse y dominar a la fuerza policíal para reclamar mejoras y cosas del estilo, pero ese motín en particular tenía tintes distintos, nadie reclamaba nada, solo era Esteban con sed de venganza.

El día anterior, en cuánto Matias apuñaló  a Francisco, Kuku se olvidó del mundo entero.
tomó a su novio y lo llevó a enfermería, dónde se quedó con él hasta la mañana siguiente, cuándo le avisaron que no habían podido hacer nada por él.

Todos esperaban que fuera por la cabeza de Matias, incluido él y su hermano, quién armandose con una faca, le ayudó a esconderse por la zona vieja y abandonada de la cárcel sabiendo que era solo cuestión de tiempo para que Esteban los encontrara.

Sin embargo el tiempo pasaba y Kuku no tomaba acciones en el asunto, aunque todos sabían que de seguro estaba al acecho planeando algo.

Y así fue, no tardó nada en organizar aquél motín, pronto toda la cárcel fue tomada y convertida en un caos.
los guardias, administrativos, el director y el personal estaban retenidos, pero al único que Esteban quería era a Enzo.

Cuándo Matías supo lo que pasaba, se desesperó, entendió que en la cárcel todo era ojo por ojo, si había matado al novio de Esteban, Esteban iría por el suyo.

-lo tengo que ir a buscar-dijo poniéndose de pie-lo tenemos que traer con nosotros

-¿vos no entendes que te va a matar?

-yo ya estoy muerto

-Matias, quedate acá, deja que se vengue...

-a Enzo no le va a hacer nada

-¿que tiene ese tipo? ¿la pija de oro? dejate de joder...

Pero Mati no escuchó, salió corriendo y Dario, entregado a morir por él,lo siguió.

●●●

Esteban no podía llorar, aunque lo deseaba.
estaba solo en la terraza, revólver en mano, aguardando por Enzo.
no sabía muy bien que pretendía hacer con él pero sabía que Matías iría a buscarlo y entonces se divertiria con los dos.

Sin embargo el encargado de llevarle a Enzo se había topado con el par de hermanos, que habían logrado golpearlo por detras sin ser vistos.

Enzo estaba lastimado, no sabía porque habían sido tan violentos con él, en ningún momento se había resistido.
Mati también lo estaba, de camino a su rescate había peleado con alguien que, asustado por lo que estaba pasando, había querido llevárselo a Esteban para que todo termine pronto.
Dario lo había defendido y asi, los tres heridos, volvieron a la zona vieja.

●●●

El tiempo había desaparecido.
ninguno sabía cuánto hacía que estaban escondidos allí, la sangre se había secado pero las heridas todavía ardían.

Matias se sentía culpable, sabía, como su hermano, que a Esteban no iba a costarle nada encontrarlos, y finalmente asi fue.

En cuánto lo vio llegar guardó la faca entre su ropa, pensaba que tal vez, si lo veía desarmado, tendría algo de piedad.

-Esteban, dejalo,es un pendejo, agarrame a mi...

Dario no pudo terminar de hablar, uno de los hombres que acompañaba a Esteban lo golpeó en la cabeza tan fuerte que logró desmayarlo.

Esteban miró a la pareja en un rincón.
vio como los brazos se ajustaban al pecho de Enzo y como Matias, desde atrás, lo miraba espantado.

Caminó hasta ellos lentamente hasta quedar en frente.

-¿usted cree en dios,profesor?- preguntó antes de ponerse de cuclillas con el arma en una mano-le diría que se ponga a rezarle-agregó mientras con la mano libre le acomodó el pelo a Enzo y le sonrío-pero acá adentro dios soy yo, asi que receme a mí.

¡Me matan, limón!: 𝐞𝐧𝐳𝐨 𝐱 𝐦𝐚𝐭𝐢𝐚𝐬Donde viven las historias. Descúbrelo ahora