Luna
Por fin mi último año. Después de tanto tiempo solo faltan meses. Otro año siendo la razón de que hablar en el Instituto. No me gusta oír mi nombre en boca de todos. No tengo muchos amigos que digamos, una para ser exacta: Zoé. Mi vida es una mierda; casí nunca veo a mis padres, cuando les digo de pasar tiempo juntos solo dicen que valla al centro comercial con las tantas amigas que tengo, a todos les caigo mal.
Escucho a mis padres irse, no entran a despedirse, solo se van y ya. Soy su única hija, por ende me dan todo... excepto amor. No necesito su estúpido dinero, ni que me manden de vacaciones cada verano, lo que quiero es a mis padres.
Eran las 5am cuando me quedé sola como siempre. No pude conciliar el sueño así que bajé a la cocina por un sándwich.
Aveces me pregunto porqué decidieron tenerme. ¿Por qué no abortar?. ¿Por qué no darme en adopción?.
7:13. Hora de prepararme. Subí a mi habitación y fui directo al baño, entré a la ducha y dejé que el agua rodara por mi cuerpo. Salí quince minutos después del baño. Fui al clóset y busqué un pantalón corto color negro, una blusa rosa pastel y unas botas de tacones. Dejé mi cabello mojado caer por mi espalda. Me miré en el espejo pensabdo si hice una buena elección con la ropa.
—Genial.
Salí de mi cuarto cerrando la puerta detrás de mí. Empecé a bajar escalón por escalón hasta detenerme al final de las escaleras.
—Pensé que ya se habían ido. —Dije dándole la espalda para buscar mi portátil en la mesita que está antes de llegar a la cocina.
No escuché ninguna palabra de parte de ella así que salí de la casa.
—¿Y tu auto?. —Le pregunté a Zoé que me esperaba al frente de mi casa.
—Federt lo chocó. —Dijo con fastidio.
—En mi auto entonces. —Propuse mientras caminaba al estacionamiento. Siempre llevaba conmigo las llaves de mis coches.
—¡Nuestro último año!. —Chilló Zoé emocionada desde el asiento del copiloto.
Diez minutos después llegamos al instituto. Se podían ver algunos chicos sentados en el jardín. Desde que llegué me gané el odio de todos. Estacioné en el lugar de siempre, apagué el motor y nos desmontamos. Nos sentamos en el jardín a esperar que nuestra primera del día comenzara: historia para ella y literatura para mí.
—¿Cómo pasaste tus vacaciones?. —Preguntó Zoé sin apartar la vista del libro que empezó a leer el domingo pasado.
—Como siempre: viajando sola o con George. —Suspiré cansada.
—¿Y ellos?.
—Ya sabes como son. No los vi hasta que llegué de Paris.
Silencio. Fue lo único que obtuve. Miré a todos lados en busca de una distracción, hasta que mi mirada cayó sobre unos ojos color zafiro que me transmitían una sensación extraña. Mis ojos no abandonaron los suyos hasta que Zoé me llamó.
—¿Lu?. ¿Pasa algo?.
—Ese chico. —Señalé con mi cabeza al de ojos verdes. —No me da buena espina. No se que es pero, algo me dice que hay que andarse con cuidado.
—¡¿A caso te volviste loca?!. —Dijo a carcajadas. —¡Ahora si perdiste la cabeza, Lu!.
—¡No estoy loca!. —Dije haciendo un puchero. Zoé dejó de leer para burlarse de mí. Después de un rato volvió a concentrarse en su libro.
El de ojos zafiro no dejaba de mirarme. Una sonrisa perversa se dibujó en su rostro. Empezó a caminar en mi dirección y sentía como con cada paso mi corazón latía más fuerte. A su lado iba una rubia de ojos verdes, el cabello le caía por la espalda, tenía un maquillaje de profesional, iba vestida con una mini falda de cuero, unas botas negras de tacón a la altura de la rodilla, un top blanco que dejaba a la vista un pierce en el ombligo y una chaqueta igual a la de ojos zafiro.
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Obsesión Enfermiza.
Misteri / ThrillerHermes, el lobo hambriento que busca saciar su sed. Luna, la oveja que busca salir de la boca del lobo. Hermes tiene una nueva presa. Luna tiene un nuevo cazador. ¿Hermes acabará con su presa?. ¿Luna escapará de su cazador?.